MAITE ALVITE
'Federación de Asociaciones de vecinos del puerto de Eivissa y su entorno' es el nombre con el que se quiere bautizar al nuevo colectivo que nacerá en el municipio previsiblemente este mismo mes. Inicialmente lo conformarán cuatro agrupaciones: La Asociación de vecinos y comerciantes del puerto, la Asociación de vecinos de la avenida 8 d'Agost, la asociación de vecinos que se está constituyendo en el paseo Juan Carlos I y la Asociación de vecinos de Talamanca, Illa Plana y ses Figueres, según confirmó su propio presidente, José Colomar.
El objetivo de esta federación es hacer un frente común para defender ante las instituciones los intereses y problemáticas que comparten todas las asociaciones de la zona. Colomar destacó, entre otras cosas, la necesidad de que se acometa cuanto antes la remodelación del puerto. El colectivo también luchará para conseguir otras metas como la mejora de la limpieza, la creación de más zonas verdes, la revitalización del casco histórico y la Marina y la recuperación de sa Penya.
Aunque la idea de crear la federación la tenían en mente desde hace tiempo, el éxito de la reunión del miércoles en la que por fin se cerró un acuerdo para ubicar la futura depuradora de Eivissa en sa Serra d'es Collet es el que motivó todavía más a los vecinos a crear este colectivo cuanto antes, según reconoció Colomar. Fueron precisamente las asociaciones de vecinos de Talamanca y 8 d'Agost, junto con la de Jesús las que reclamaron al presidente del Consell, Pere Palau, esta reunión para buscar una alternativa al solar presentado por el Ayuntamiento de Eivissa, cerca de la actual depuradora.
Colomar detalló que ya hay un borrador de estatutos y que está previsto que este mismo mes las asociaciones se reúnan para llegar a acuerdos y crear la federación. El presidente de la asociación de vecinos de Talamanca destacó que el espíritu de este colectivo es ser una federación «apolítica» en la que primen «los intereses generales». Asimismo, puntualizó que los integrantes de esta agrupación, abierta a vecinos y comerciantes, no perderán su autonomía como asociaciones y podrán actuar de forma independiente para defender las reclamaciones particulares de cada uno de sus barrios.