La cultura tibetana es una brillante perla engarzada no sólo en la cultura china sino, también, en la mundial. A pesar de ello, en los últimos tiempos el crecimiento de las grandes potencias está marginando una tradición antigua, rica y de gran belleza como es la tradición Ngakpa. Para evitarlo, una asociación cultural para la preservación de este pueblo ha decidido trabajar ahora también desde Eivissa. «Pensamos en Eivissa porque hemos visto que hay mucha gente interesada en apoyar a estos pueblos minoritarios y, sobre todo, en occidente está creciendo el interés por el budismo y su cultura», explica Isis Muñoz, presidenta de Ngak-Mang Instituto en España.
En este sentido y con el objetivo de transmitir los ancestrales conocimientos de los maestros budistas se van a desarrollar en la isla cursos sobre la medicina tradicional tibetana, el masaje tibetano, el análisis de los sueños y la sanación a través de los Mantras. «Uno de los tres hermanos fundadores de la asociación Nida Chenagtsang impartirá un curso de masaje tradicional tibetano que sirve para evitar el estrés, los nervios y reequilibrar energías, ya que desde el budismo se estudian diferentes tipologías de humores y, según al que pertenezca la persona, se le aplican diversos aceites a temperaturas diferentes y se colocan piedras de río o de mar en puntos estratégicos», comentó Isis Muñoz, que añadió: «desde el budismo se piensa que todas las enfermedades provienen de la mente, por ello, su medicina va encaminada a equilibrar sinergías». Asimismo, movidos por la difícil situación que atraviesan, la asociación está llevando a cabo recogida de ropa y apadrinamiento de niños. «Son familias nómadas que viven con 100 euros al año en condiciones climáticas y de vida muy duras. Además, son marginados por China en muchos aspectos por lo que estamos construyendo escuelas y educando a los niños en su cultura, el tibetano», dijo Isis. Irene Luján
Se trata de una tradición cultural y espiritual no monástica del pueblo tibetano que tiene una gran antigüedad. De hecho, fue fundada en el siglo VIII por el maestro Padmasambava. Posteriormente, se creó la primera escuela Ngakpa donde la gente recibía enseñanzas sobre lengua, literatura, traducción, agricultura, medicina, astrología y meteorología entre otras prácticas. De ahí, los Ngakpas se fueron extendiendo por todo el Tibet central. Hoy en día, la tradición Ngakpa sigue existiendo en China, Bhután, Nepal, India, Mongolia y, también, en Occidente.