Con motivo de las fiestas patronales de Sant Carles los más pequeños pudieron disfrutar del espectáculo de títeres que ofreció el grupo La Pantomina. El lugar escogido fue el colegio de Sant Carles y no el centro cultural como estaba previsto en un principio, cambio motivado por la intermitente lluvia que cayó ayer sobre la isla. De esta forma, niños de entre tres a nueve años del colegio de Sant Carles disfrutaron con una obra de títeres cuyo argumento giró en torno a la Bicheta, una niña muy pequeña que vive múltiples aventuras. «La Bicheta es una niña diminuta que un día se pierde por casa. Su padre la busca pero no la encuentra así que la secuestra un rana y se la lleva al bosque. Más tarde escapa, pero se pierde entre los árboles donde van apareciendo otros bichos y un dragón que le ayudan a volver a su hogar», explicó uno de los actores sobre la obra Bitxarracos, un cuento que recuerda al archiconocido 'Garbancito' y que recoge un total de nueve títeres o personajes diferentes que embelesaron durante toda la mañana a los niños asistentes cuyas miradas no se apartaron del pequeño escenario durante la media hora que duró la función. Además, la obra interpretada en catalán, contó con diversas actuaciones musicales de hip hop que corrieron a cargo de los dos actores del grupo de Lérida La Pantomina. Posteriormente, los actos en honor a su patrón continuaron con una misa en sufragio por las almas de los difuntos.
I. Luján
Los niños más mayores del colegio público de Sant Carles también participaron activamente en las fiestas en honor a su patrón. En este sentido, fueron los encargados de ponerle voz, el pasado miércoles, al pregón que como cada año anuncia la llegada de las fiestas del municipio. Dicho pregón fue preparado en clase por los alumnos del colegio quienes redactaron los textos y los tradujeron a diferentes idiomas pertenecientes a las diferentes nacionalidades que posee el centro, entre ellos, armenios, alemanes o árabes.
Según su directora, Merche Ibarrola, los textos partían de la idea de que «cultura y cultivar son la misma palabra». A raíz de esta idea los estudiantes fueron desarrollando sus textos.