El espíritu navideño inundó ayer el paseo Vara de Rey cuando a las 18,00 horas, casi en punto, las luces se encendieron para crear el ambiente de las fiestas. Un ejercicio de sincronización entre dos operarios del Ayuntamiento de Eivissa hizo que el árbol de 16 metros de altura ubicado junto al reloj y el resto de las luces del paseo llenaran de color la recién llegada noche ibicenca ante la presencia de decenas de personas que se paseaban por el centro de la ciudad.
Sincronizadas ya por reloj automático, fueron iluminándose también, por diferencia de minutos, las luces de la Plaza del Parque, y de las avenidas Bartolomé Roselló, Ignasi Wallis, Isidoro Macabich y Avenida España, que entre todas suman más de 300 juegos de luces.
La gente aprovechó para fotografiarse con el abeto municipal, el segundo más grande de España, y la alegría de los más pequeños asaltó a un Santa Claus espontáneo que se había acercado al paseo para repartir unos pocos globos con los que contaba.
En el resto del paseo todo tenía aroma a fiesta. Un tiovivo para los pequeños, las castañas calentitas de los feriantes y los juegos de puntería que tanto atraen a jóvenes y adultos.
Al encendido de luces asistieron el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y la concejal de Fiestas, Sandra Mayans.
Al otro lado del paseo, los artesanos también inauguraron su tradicional mercadillo para ofrecer toda clase de productos artesanales en bisutería, decoración y tejidos, desde sus puestos de madera, que estarán abiertos mañana y tarde hasta el 5 de enero.
En la carpa de festejos, y para completar la tarde de ayer , tuvo lugar un concierto de piano y voz a cargo del cantante Francisco, que contó con la colaboración del coro juvenil Ciutat d'Eivissa.
Luciana Aversa