Las instalaciones de Can Blau en Sant Agustí fueron ayer el escenario de la presentación de los trabajos realizados en la Escuela Taller Sa Talaia, donde los 10 alumnos integrantes, jóvenes de 16 a 24 años en situación de desempleo, mostraron marcos, puertas y bancos realizados para el Centro Can Blau, así como las reparaciones de puertas, contraventanas y vallas llevadas a cabo en el colegio Es Vedrà, el centro cultural Can Curt y el centro de primaria de Cala de Bou. «Se trata de chicos de dejan sus estudios muy pronto y esta es una forma de encarrilarles para que encuentren una salida profesional», explicó la concejala de Educación, Cultura y Juventud, Encarna Castro, una visión que comparten los propios alumnos: «La escuela es muy entretenida porque lo pasas bien con los compañeros y aprendes un oficio que puede ser nuestro futuro», comentaba David Ponce, de 16 años de edad.
Ésta es la segunda edición de esta escuela en la que, en esta ocasión y tras una investigación a cerca de los trabajos más demandados del municipio, se ha decidido impartir nociones de mantenimiento y reparación de edificios. Las clases comenzaron a mediados de octubre y continuarán hasta octubre de 2008 impartiendo no sólo los módulos de carpintería, albañilería, pintura y electricidad, sino también nociones de prevención de riesgos laborales, alfabetización informática y orientación laboral. Asimismo, los alumnos recibirán una beca de 6 euros diarios durante los seis primeros meses y, posteriormente, un contrato de trabajo por el que cobran 540 euros mensuales. «Los alumnos que no hayan terminado la ESO recibirán clases de apoyo para presentarse a los exámenes y conseguir el graduado», comentó la directora de la escuela, Beatriz Torreblanca. Se trata de una iniciativa del equipo de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sant Josep subvencionada por el SOIB y el Fondo Social Europeo.
Irene Luján
El centro Can Blau también celebró ayer su primer aniversario. Un año que ha sido calificado por su directora, Charlotte Look, como «muy positivo y próspero», pues por sus aulas han pasado tanto niños como adultos para introducirse en el mundo de la música o buscar un complemento a su formación.
«Hemos tenido 60 alumnos de todas las edades, desde los cinco hasta los 72 años, y esperamos seguir ofreciendo cursos y fomentando las agrupaciones musicales para el municipio», explicó la secretaria del Patronato, Isabella Condula. Asimismo, la informática constituirá otro de los pilares sobre los que se sustentarán las enseñanzas musicales durante el próximo año.