NEKANE DOMBLÀS
El nuevo Parlament que se constituya tras las elecciones del 27 de mayo tendrá un arduo trabajo por delante. La reforma del Estatut, que puede quedar definitivamente aprobada este mismo mes en el Senado, introduce cambios sustanciales en la estructura institucional de la Comunitat, lo que obligará a cambiar o aprobar hasta 26 nuevas leyes.
El texto estatutario regula de forma esquemática el funcionamiento de la Comunitat, pero todo el proceso de reforma no será efectivo hasta que no se redacten una serie de leyes. Una de las más importantes es, precisamente, la ley de creación del Consell de Formentera y, derivada de ella, la que establece el número de miembros de cada uno de los consells insulars.
También tendrán gran importancia las leyes que regulan la radio y televisión de Mallorca y, además de todas estas, la ley que regulará el nuevo régimen especial de Balears, que fijará compensaciones para combatir la insularidad de una vez por todas.
Entre las que menciona el propio texto estatutario se encuentra la ley de derecho a una buena administración, derivada de la carta de derechos de los ciudadanos que recoge el Estatut y que también deberá ser desarrollada a través de una ley.
Una de las cuestiones que deberá regularse tras la aprobación del Estatut es el acceso a las ayudas públicas para la construcción de una vivienda. La ley de la policía autonómica es otra de las que deberá aprobarse tras la aprobación del texto. A estas leyes se añade la ley del presidente, la ley de publicidad institucional, la ley que regula el futuro Consell de Justicia y la ley de creación de la futura Agencia Tributaria o la ley del presidente. A todas estas novedades se incluye la obligación de cambiar aspectos de otras 13 leyes, algunas de gran importancia, como la que regula el funcionamiento de los consells.