El pueblo de Sant Antoni se volcó tanto ayer con la rúa de Carnaval que los participantes parecían superar en número al público asistente. Un convincente efecto óptico, tal vez provocado por los dos centenares de geishas, samurays y luchadores de sumo que dieron vida a la carroza Nipón Coix, del colegio Can Coix, y otras decenas de pingüinos de dos comparsas diferentes como Happy Feet de Estudi Capricorn y de los escolares deViaje del Pingüino Emperat. Porque entre tantos grupos participantes (la lista de inscripción alcanza los 39 grupos, colegios, parejas e individuales) se repitieron temas, como ocurrió también con el ejército de piratas que, seguramente sin saberlo, formaron los integrantes de las carrozas y comparsas Perra Negra de la empresa Sonitec y del grupo Disparate (Discapacitados para el teatro). Entre los individuales y parejas había alguno muy gracioso como tres bailarinas de la danza del vientre que tenían de todo menos un vientre femenino y bien formado así como una pareja de máscaras venecianas que recorrió con mucho estilo las calles de la ciudad. También bajaron a la tierra las estrellas y los planetas del C.P. Cervantes y cabalgaron por allí los caballos de la asociación de vecinos de Cala de Bou.
Las carrozas fueron la nota destacada y entre ellas se podía ver a la de Operación Carca, llena de mitos de la música como Montserrat Caballé, Elvis y el grupo Kiss al completo. L.A.