El portavoz del Partido Popular, Miguel Jerez, calificó ayer la Cumbre Hispano-Italiana celebrada en Eivissa de hecho «positivo y extraordinario» y consideró que es una gratificación que un encuentro así tenga lugar en la isla, por lo que confió en que se hagan más actos de este tipo aunque no sea en época preelectoral. «Si alguien fue protagonista fue Eivissa», dijo Jerez, que cree que es un valor incalculable para la promoción de la isla el hecho de haber conseguido unos minutos en los informativos. «Eivissa gana mucha más proyección internacional», añadió el portavoz de los populares que felicitó también a Prodi y a Zapatero por pensar en Vila para celebrar el evento. «Desde el PP siempre se ha actuado con un escrupuloso respeto a la cumbre pese a que haya voces que digan que hemos querido boicotear la», añadió Jerez en referencia a las críticas del PSOE, que le recriminó haber insinuado que la cumbre sería un buen momento para que los socialistas descontentos manifestaran sus preocupaciones a Zapatero. «No me arrepiento de lo que dije», añadió Jerez, que asegura que sus palabras no incitaban a la rebeldía. «Todos aquellos que intenten hacer ver que el PP ha menospreciado el acto se equivocan».
También el presidente del Consell, Pere Palau, consideró que todo había salido «muy bien». «Tenemos que estar satisfechos y nos tenemos que felicitar todos», dijo el presidente, que aseguró que esta cumbre «nos reforzará en todo el mundo, ya teníamos una presencia y una imagen muy buena en Italia y esto nos reforzará». Palau explicó que durante la comida no habló de proyectos concretos de Eivissa con ningún miembro del Gobierno, pese a que tuvo oportunidad de intercambiar algunas palabras con la ministra de Fomento. «No era el día adecuado», dijo el presidente, que aseguró que también habló de turismo con varios miembros del gobierno italiano, «aunque en plan informal», incidiendo en el hecho de que muchos italianos pasan el verano en Formentera. «Fue una comida muy distendida, hablamos de muchas cosas pero no temas concretos», indicó Palau, que asegura que no pierde «la esperanza» de poder reunirse en algún momento con Zapatero para abordar problemas pitiusos.
El director insular del Estado, José Manuel Bar, consideró ayer en declaraciones a Radio Ibiza que el despliegue de seguridad fue «un éxito rotundo» y se refirió también a las quejas de los ciudadanos que quisieron acceder a Dalt Vila y no pudieron hacerlo por los controles de seguridad pese a que desde el Ayuntamiento se había dicho que habría espacios para el público. «Creo que hubiéramos dado peor imagen si hubiese habido más baño de multitudes pero no ofreciese condiciones de seguridad óptimas y la imagen de seriedad que requería; se trata de un encuentro entre gabinetes políticos aunque puede que no se haya conseguido ese mayor contacto ciudadano».