El Ayuntamiento llevará al Consell a los tribunales si no aprueba Eivissa Centre

MAITE ALVITE
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa amenazó ayer con llevar a los tribunales al Consell si no aprueba de una vez la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Eivissa Centre. Tras la nueva negativa de la máxima institución pitiusa, que aprobó el lunes en pleno denegar la solicitud del certificado de silencio administrativo, el concejal de Urbanismo, Vicent Torres, adelantó ayer que en los próximos días el Consistorio presentará un requerimiento al Consell para que dé el visto bueno al proyecto de remodelación del centro de la ciudad. Una vez recibida esta petición, el ejecutivo insular tendrá un mes de plazo para aprobarlo. Será «la última oportunidad», señaló Torres, advirtiendo que si el Consell rechaza el requerimiento, la administración municipal «recurrirá por la vía de lo contencioso-administrativo la denegación del certificado de silencio administrativo».

Para el equipo de gobierno municipal el acuerdo plenario adoptado el lunes por el Consell «es una decisión arbitraria, obstruccionista y claramente ilegal». Vicent Torres insistió en que el argumento sobre «la duplicidad de vías» en el que el PP se basó para denegar el certificado es «falso» y recordó al ejecutivo insular que «antes de que el alcalde hubiese firmado en junio del año pasado el decreto que daba por aprobado el proyecto Eivissa Centre, el Ayuntamiento ya podría haber recurrido al silencio administrativo». Además, insistió en que «es mentira que no se pueda aprobar el proyecto por la vía normal, es decir a través del Consell, mientras el tema del decreto de alcaldía esté en los juzgados». Según el ejecutivo local, el auto que el juez emitió en diciembre dejando en suspenso el decreto municipal pone de manifiesto claramente que el Consell tiene dos posibilidades: o aceptar el decreto o seguir tramitando la aprobación de Eivissa Centre. Sin embargo, señaló el concejal del Pacte, el Consell ha decidido « una vez más continuar bloqueando el proyecto, que lleva nueve meses encerrado en un cajón».