Aprender la historia jugando». Éste es el objetivo que persigue el Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera en colaboración con la Associació de Amics del Museu con un nuevo taller de arqueología que tiene una duración semanal y en el que los jóvenes aprendices se adentrarán en la cultura, costumbres y rituales de sus antepasados. En él, los niños desde 5 hasta 14 años trabajan sobre excavaciones simuladas en los hipogeos de la Necrópilis de Puig des Molins. Una actividad que se combina con juegos de elaboración de barro y pan, moliendo ellos mismos el trigo como se hacía en época romana, así como confección de amuletos y protectoras cuentas de collar contra la envidia, aprendizaje de la escritura púnica y juegos de la antiguedad.
«Lo mejor es entrar en los hipogeos, me los imaginaba más pequeños. Además, están todos conectados, porque antes se metían los ladrones y hacían agujeros», comentó Marta Balançat, una de las alumnas acerca de un decorado real e idóneo para adentrar a los pequeños en la historia fenicio-púnica, romana y árabe. Por su parte, su compañero Vicent Martí mostraba ilusionado a su profesora su último hallazgo: un escarabajo de Jade.
«A los niños les interesa mucho», puntualizó Carmen Mezquida, coordinadora del gabinete didáctico del museo, junto a otra profesora de historia púnica y medieval, Isabel de la Rosa. Ambas han tenido que lidiar con simpáticas preguntas de los niños como: «¿Por qué los cadáveres siempre se están riendo? o ¿por qué es un hombre si lleva tantos anillos y no tiene colita?». Una forma didáctica de tratar el tema de la muerte y sus antepasados pues según Carmen Mezquida: «Hacemos representaciones de cómo serían los distintos enterramientos según la época, conocimiento de los yacimientos en los que están trabajando y los pasos para excavar utilizando brochas, catalanas y recogedores», unas representaciones en las que no faltan los músicos, las planideras, ni la familia.
Irene Luján