El concejal de Urbanisme de Sant Josep, Josep Antoni Prats, explicó ayer que ve «muy difícil y complicado» que se puedan reconstruir los edificios que se derrumbaron a raíz de los deslizamientos de tierra que se produjeron el 18 de septiembre de 2005 en sa Caixota. «Quizás sea una opinión personal, pero es muy complicado porque nosotros siempre hemos sido partidarios de que allí no se tenían que conceder licencias porque hay un riesgo muy grande», explicó Prats, que supone que haya gente que quiera volver a reconstruir sus casas «pero tendrán que entender que no podemos volver a asumir riesgos y si ellos saben que hay peligro tampoco querrán construir».
Desde el Ayuntamiento no se inmiscuyen en los problemas que están teniendo los diferentes propietarios para ponerse de acuerdo y consideran que lo único que pueden hacer por el momento es asegurar un perímetro por si hubiera deslizamientos y no dar más permisos para construir en la zona de riesgo. «Todas las peticiones de licencia que se hacen en todo el área se estudian para evitar nuevos peligros», detalló Prats, que asegura que está esperando los estudios geotécnicos qeu les indiquen realmente cuál es la zona peligrosa para actuar a partir de esa información. «Nosotros pensamos que probablemente nunca más se podrán dar licencias en esa zona, porque ya se hizo mal una vez y no hay que repetir el error», insistió el concejal, que es consciente del riesgo de que los propietarios reclamen indemnizaciones al Ayuntamiento. «La responsabilidad municipal, en todo caso, sería cuando se declaró todo aquello como suelo urbano, algo que pensamos que no se debería haber hecho. Pero esto tiene unos responsables concretos y procuraremos que el peso no recaiga en el conjunto de los ciudadanos», indicó Prats, que asegura que, llegado el momento, se estudiará junto a los servicios jurídicos.