La presidenta del PP en Balears, Rosa Estarás, se desplazó hasta Eivissa para participar en la primera jornada a de la III Escuela de Nuevas Generaciones, que tuvo lugar en el salón Es Vedrá del hotel Palladium, en Platja den Bossa. Durante su intervención, Estarás, que hizo un repaso a los cien días de gobierno de Antich, arremetió contra el pacto de las fuerzas de izquierda que han desplazado al PP a la oposición: «Un paco con objetivos comunes es un buen pacto pero con ERC y Unió Mallorquina es un pacto a la contra para que no gobierne el Partido Popular», indicó. En el mismo sentido también se pronunció el presidente del PP en Eivissa, José Juan Cardona, que resaltó que se pueden perder unas elecciones «pero no los principios, y mientras se junten para desplazar al PP no aguantarán mucho en el poder».
Estarás resumió los cien días del gobierno de Francesc Antich en el Govern balear como un «cúmulo de incoherencias» donde el mismo presidente del ejecutivo autonómico «no manda en todo el gobierno y no tiene capacidad de maniobra ya que muchos nombres se los han impuesto». «No tiene proyectos coherentes porque cada partido tiene sus proyectos», señaló la presidenta de los populares ante los aplausos de los integrantes de NNGG, que no superaban el medio centenar. «Es un gobierno inestable y débil, que están unidos por el pegamento del poder», recalcó.
El futuro de Son Espases, el cierre del metro de Palma tras su inundación, los efectos devastadores de las últimas tormentas en Mallorca, el frenado del proceso del trilingüismo o la gestión ante el hundimiento del Don Pedro fueron algunos de los temas que criticó Estarás. Ante todo esto, indicó que no se jugará a «hacer daño al presidente Antich ni a Balears». Por ello, Estarás calificó que el trabajo del PP en la anterior legislatura fue «el mejor del mundo pero como en los partidos de fútbol siempre gana el que está en el banquillo». Aún así, instó a los seguidores de NNGG a superar este periodo: «Si resistimos este traspiés seremos más fuertes para 2011. El PP no va a actuar como un invitado de piedra por el número de votos que recibimos en las elecciones».