El conseller balear de Medi Ambient, Miquel Àngel Grimalt, y su homólogo en Eivissa, Albert Prats, se reunieron ayer en la sede del Consell Insular para tratar algunos asuntos de especial interés como la futura depuradora de Vila o el vertedero de Ca na Putxa, en Santa Eulària.
En este sentido, Albert Prats anunció que actualmente tanto la máxima institución insular y el Ayuntamiento de Vila están estudiando tres nuevas ubicaciones, que no se han definido, a pesar de no haber iniciado las conversaciones con los propietarios de estos solares. Asimismo, Prats descartó ubicar la infraestructura tanto en el solar de sa Coma, debido a que es propiedad del Ministerio de Defensa y su adquisición se complica, según explicó, como en las inmediaciones de la actual depuradora, situada muy cerca de la localidad de Jesús.
«Debemos encontrar una ubicación más alejada de lugares habitados», especificó el conseller Grimalt, que no garantizó que el Govern balear sufrague el coste de esta nueva ubicación ni cuál se rá la finalidad del solar, que se encuentra en Àrea Natural de Especial Interés (ANEI), adquirido por la anterior legislatura. En este sentido, el responsable balear no pudo precisar cuál será el fin de este terreno protegido «porque primero debemos encontrar una nueva finca», señaló.
En relación a los tres solares que se están estudiando, Prats señaló que hasta el momento que no se llegue a un acuerdo con los propietarios no se anunciarán cuáles son, aunque recordó que la zona ubicada en los alrededores del ANEI de sa Serra des Collet sigue siendo válida. El conseller balear, por su parte, recordó la necesidad de modificar la ubicación de acuerdo a la legislación y confió en que las administraciones responsables tomarán una «decisión rápida» y «adecuada» para la isla de Eivissa y sus ciudadanos.
Grimalt, que indicó que el ejecutivo autonómico respetará el nuevo emplazamiento que se decida desde Eivissa «porque las mejores decisiones salen de cada isla», anunció nuevas inversiones en la actual infraestructura para garantizar que pueda dar servicio a todos los ciudadanos de la isla durante la construcción de la futura depuradora, que no podrá dar servicio, según indicó, hasta pasados «dos o tres años»: «Los técnicos están estudiando la situación de la infraestructura y por su naturaleza especial se ha tenido que buscar asesoramiento a la empresa que la construyó. Deberemos gastar lo mínimo para conseguir el máximo provecho», apuntó el conseller balear.
Por otro lado, el conseller balear también recordó, tal y como ya dijo el martes en el pleno del Parlament, que la actual edar funciona al 50 por ciento de su capacidad y «genera muchos problemas». «En una Comunitat turística y en una isla como Eivissa, este tipo de infraestructuras tienen que funcionar correctamente para dar un servicio en condiciones», apuntó Grimalt, que reiteró que las condiciones especiales de la isla y de la calidad del agua avanzan el deterioro de las instalaciones.