Alrededor de setenta licencias de obra se han visto afectadas por las suspensiones decretadas por los ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Josep. En el caso de Sant Antoni, donde la moratoria entró en vigor el 9 de noviembre son aproximadamente una veintena de licencias las que se han visto afectadas por este decreto y su carácter retroactivo. Se trata de proyectos que habían sido presentados y sobre los que pesaban requerimientos para la subsanación de deficiencias. En su gran mayoría se refieren a promociones de viviendas plurifamiliares, según explicó a este periódico la teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Josefa Costa.
La suspensión de licencias de Sant Josep, por su parte, ha entrado en vigor hace tan sólo unos días. En este caso, el departamento de urbanismo estima en torno a las 50 las licencias que han quedado en suspenso mientras se perfilan las nuevas Normas Subsidiarias que han de regular el desarrollo urbanístico de todo el municipio.
En ambos casos resulta imposible contabilizar el número total de promociones que han quedado en el aire con estas moratorias municipales, ya que no puede saberse cuántas empresas y particulares tenían intención de presentar proyectos de edificación o reforma en ambos municipios durante los próximos meses.
No obstante, desde ambas localidades, se tiene constancia de un buen número de personas que se han interesado por las suspensiones por estar redactando proyectos con la intención de solicitar licencias de construcción.
En el caso de Sant Josep, la suspensión establece unas excepciones bajo las cuales el Ayuntamiento sí permitirá la construcción.
En principio, los dos ayuntamientos no concederán permisos durante un año, aunque el plazo podría reducirse una vez que sus respectivos planeamientos urbanísticos estén finalizados.