El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Eivissa y Formentera (Coaatef) considera que la actual situación del sector de la construcción no puede considerarse como una crisis, a pesar de que 2007 se cerró con una caída del 24% de los visados, y se trata únicamente de una corrección lógica del mercado.
«Hemos estado subiendo muchos años así que ahora bajaremos», explicó ayer el presidente del colegio, Vicent Joan Serra, quien aseguró que «aunque se volviera a registrar este año una bajada similar a la del pasado, no podríamos hablar de crisis porque estaríamos alrededor en unos niveles que se situarían en la media y que se equipararían a los del año 2000, cuando nadie hablaba de crisis».
Las características del mercado pitiuso hacen que la situación no pueda ser considerada catastrófica, apuntó Serra. «La isla tiene una cantidad de suelo limitado y, conforme más se construye, queda menos libre», señaló. «Hasta ahora los núcleos urbanos eran los que tiraban del sector pero se están quedando sin solares», añadió.
Además de este factor limitador «existe un elemento añadido que nos viene impuesto por los bancos que cada vez ponen más problemas a la hora de conceder hipotecas. Pero, aún así, sigue habiendo una demanda y las viviendas se siguen vendiendo».
Visados por municipio
«Hay menos suelo, muchos inversores que compraron suelo se lo están pensando a la hora de construir pero todavía hay mucho interés en la segunda residencia. Las viviendas de lujo no han bajado, el problema son las unifamiliares», resumió. «La obra nueva irá bajando pero aumentarán los visados para realizar reformas. El sector de la construcción buscará refugio ahí», apuntó. Serra reconoció que la situación puede llevar a la destrucción de empresas y pérdida de empleo, pero consideró que la reducción de las plantillas se centrará «en la gente que vino estos años atrás por la falta de mano de obra».
En Vila se concedieron visados de obra nueva para construir 1.064 viviendas nuevas sobre 92.160 metros cuadrados, un 24% menos que en 2006. Eivissa sumó el 32% del total de la superficie de uso residencial construida en la isla. A continuación se situaron Sant Antoni, con 69.358 metros (un 77% más) para 47 viviendas; Sant Josep, con 58 144 metros (cayó un 48%) para 929 residencias; Santa Eulària, con 57.444 metros (un 8% más) distribuidos en 413 viviendas; Formentera, con 9.441 (89% más) en 54 construcciones; y, finalmente, Sant Joan, con 6.227 (48%) para 99 viviendas.
Los pisos supusieron la mayoría del área edificada (228.000 metros, el 41% en Vila), mientras que las viviendas aisladas alcanzaron los 82.000 metros (el 83% se distribuyó entre Sant Josep y Santa Eulària) y las casas aisladas sumaron 6.000 metros, la mitad de ellos en Sant Antoni.
Los visados de obra nueva (autorizaciones para poder ejecutar proyectos urbanísticos, residenciales o no,) aumentaron en el primer trimestre de 2008 en más de un 10 por ciento respecto al mismo periodo de 2007, un crecimiento acompañado de un alza del 6% de los metros cuadrados edificables, avanzó el presidente de los aparejadores. A pesar de estos datos, Serra señaló que hay que ser prudentes y explicó que los datos de cada trimestre se ven muy influidos por datos coyunturales, por lo que señaló que es mejor examinar periodos más amplios. A este respecto, explicó que el final de las moratorias en Sant Josep y Sant Antoni podría hacer que se elevaran las peticiones de visados pero que prevé que el total del año registre un descenso respecto a 2007.
En la isla de Eivissa se solicitaron el pasado año visados para 2.658 viviendas que sumaron 313.736 metros cuadrados de superficie. De media, las viviendas unifamiliares aisladas tenían una superficie de 253 metros, mientras que las adosadas eran de 188 y los pisos de 102. En Formentera, se otorgaron visados para 54 viviendas, con 7.420 metros cuadrados de superficie. Las viviendas aisladas tenían una media de 305 metros, los pisos 124 y no se construyó ninguna promoción de adosados.