a salud y educación son los pilares básicos para construir el desarrollo. Si una persona no está sana, no tiene fuerza para trabajar ni estudiar en nada», afirmó Rosa Mora, una de las trabajadoras de la asociación Ayne Perú, que junto con Aline González y María Suárez han viajado hasta Eivissa para recorrer diferentes institutos y colegios. «Nuestro objetivo aquí es que conozcan lo que hacemos en las zonas que trabajamos: yo (Rosa) en Pueblo Nuevo, que es una región norteña compuesta por 29 localidades rurales, y María en la ciudad de Lima», aseguró Rosa Mora. Durante la mañana de ayer Rosa y María acudieron al instituto Xarc para dar estas charlas a los jóvenes que asisten habitualmente a clases de religión. «En Lima cada año hay más problemas sociales», explicaba María a los jóvenes de primer curso de ESO del Xarc. Durante algo más de una hora, los alumnos escucharon atentamente las explicaciones de estas trabajadoras de Ayne Perú. Posteriormente llegó el turno de las preguntas: «¿Todos los hospitales son privados en Perú?», preguntó un alumno. Rosa le explicó que si bien no todos son privados, muchos de los públicos pasan tras la consulta la factura de sus servicios.
Según explicaron Rosa y María, el trabajo de Ayne Perú en el país se centra en áreas tan básicas como la salud, la alimentación, la educación y la infancia: «Nuestros proyectos están muy articulados de manera que si vemos que en una zona hay mucha carencia de salud y educación nos centramos en estas áreas. Si no hay una alimentación, una salud y una educación dignas es imposible el desarrollo de una comunidad», puntualizó Rosa. En este sentido, las áreas más básicas para conseguir el desarrollo de una población es una buena alimentación y sobre todo educación: «Hacemos ver a las familias, a los jóvenes y a los niños que son capaces de conseguir sus metas». En este sentido, uno de sus proyectos más fuertes en la actualidad son las escuelas por la paz, en las que fomentan los valores y distintas habilidades sociales. También desarrollan proyectos para que los jóvenes aprendan oficios técnicos.
María José Real
L