rgentino y español a partes iguales, el fotógrafo Àngel López Soto muestra hasta final de mes su exposición Tíbet, el éxodo en El Hotel de Pachá. Con sus 75 imágenes realizadas en más de 12 viajes por todo el mundo siguiendo el éxodo tibetano, el artista consigue transmitir al público sentimientos tan contrapuestos como el sufrimiento que se puede apreciar en algunos de los retratos o la esperanza en otras tantas situaciones: «Intento ofrecer una descripción de la situación que viven estas personas a través de retratos, localizaciones concretas, como centros de acogidas, o situaciones en plena naturaleza, como un refugiado cruzando las montañas. Siempre aparece un elemento humano porque mi intención es reflejar el exilio», explicó el artista ayer durante la inauguración de la exposición, organizada por el Comité de Apoyo al Tíbet y El Hotel con la colaboración de la Fundación Casa del Tíbet de Barcelona.
Sobre el inicio de este extenso trabajo, Àngel comentó que en 1997 se encontraba en India haciendo una serie de reportajes cuando comenzó a retratar el exilio tibetano: «Viajé por muchos lugares. Cuando regresé a Madrid me di cuenta de que tenía mucho material, pero que el resultado me parecía incompleto; entonces decidí regresar».
Según explica, con esta exposición intenta mostrar diferentes facetas del pueblo tibetano: «La resistencia, el dolor y el sufrimiento serían algunas de las características, pero también quiero reflejar la esperanza de esta comunidad y cómo han mantenido su cultura a lo largo de 50 años de invasión».
Para él, Eivissa, concretamente Sant Carles, tiene un significado especial: «Allí he vivido 11 años y es donde empecé a fotografiar lo que tenía a mi alcance: básicamente, personas y paisajes».
La exposición está ubicada en El Hotel Pachá hasta el próximo 31 de mayo.
María José Real