Aunque todavía continúan los trabajos para terminar la fachada del hotel y parte del entorno, los propietarios del hotel cinco estrellas Aguas de Ibiza prevén facturar entre este año y el que viene más de 12,3 millones de euros, al tiempo que se generarán cerca de un centenar de puestos de trabajo.
La familia Torres, dueña de la instalación, cuenta con cerrar este ejercicio con una ocupación del 44 por ciento, lo que se traducirá en una facturación de 1,95 millones, informaron ayer fuentes de la compañía a través de un comunicado. Para el próximo año, la tasa media de ocupación alcanzará el 58 por ciento, lo que permitirá una facturación de 10,31 millones de euros.
De cumplirse estas previsiones, el rendimiento de la instalación, cuya apertura está prevista para finales de julio, habría permitido amortizar antes de 2010 más de una cuarta parte de los casi 40 millones de euros destinados a su construcción y puesta en marcha.
El hotel, situado entre el Palacio de Congresos de Santa Eulària y el puerto deportivo, dirige su oferta tanto al turismo vacacional como el de negocios, pero también espera captar usuarios gracias a la oferta de su área de spa.
El hotel desarrollará un plan de sostenibilidad que le permitirá un ahorro energético del 35 por ciento respecto al consumo estimado de una instalación de sus características. Parte de este ahorro se atribuye a la capacidad de generación de electricidad de la instalación.
La oferta del hotel Aguas de Ibiza incluye en sus 6.000 metros cuadrados un total de 112 suites, algunas de las cuales están incluidas dentro de la cuarta planta, denominada 'Cloud Nine' y que ofrece jacuzzi y terraza propios.
Además, hay un servicio de balneario y spa, así como un restaurante de lujo, al que se unen dos cafeterías y una terraza 'chill out'.
El complejo también prevé la instalación de un centro para reuniones de negocios con salas con capacidad para 250 personas.