GUILLERMO ROMANÍ
El conseller de Turisme i Mobilitat del Consell de Formentera, Josep Mayans, anunció ayer que las conversaciones que su Conselleria mantiene con el Govern para conseguir un descuento en el transporte marítimo para los residentes extracomunitarios de Formentera «van por muy buen camino», y apuntó que si los pasos siguen en la misma dirección, en tres o cuatro meses podría hacerse efectivo.
Se trataría no obstante de un 39% sobre el precio del billete, una bonificación específica contemplada el Decreto 39/1997 por el cual se regulaban las medidas especiales de Formentera, que estuvo en vigor hasta que en julio de 2000 el Decreto del Govern balear 115/2000 cambió el sistema de ayudas que pasó de ser para «las personas físicas residentes en Formentera» a «ciudadanos españoles y de los demás Estados miembros de las UE o de otros países firmantes del acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo».
«En diciembre de 2007 comenzamos a trabajar -dijo Mayans-, para resolver una problemática social existente en Formentera desde el año 2000 y que hasta ahora nadie había intentando solucionar o no había trabajado lo suficiente para solucionarlo». El asunto está en los residentes en Formentera que no forman parte de la UE o de países firmantes del Tratado de Schengen, explicó el conseller de Mobilitat, que si durante unos años, entre 1998 y 2000 tenían derecho a un descuento en el transporte marítimo entre las Pitiüses, a partir de julio de 2000 se quedaron si él «y desde el Consell de Formentera consideramos que ese descuento adicional, del 39% sobre el precio del billete debe aplicarse a todos los residentes en Formentera, sean comunitarios o extracomunitarios». Para Mayans es básico que se entienda que los residentes en Formentera la mayoría de las veces que viajan a Eivissa no es por placer sino para hacer gestiones «no se va por placer sino por rigurosa necesidad ya que en Formentera muchos servicios de las administraciones no existen».
Cálculos
Mayans indicó además el agravio comparativo que se produce cuando las escuelas organizan viajes a Eivissa para actividades extraescolares, los hijos de los residentes extracomunitarios, o mejor dicho sus padres, según el conseller de Mobilitat, buscan excusas para que sus hijos no acudan a estas actividades porque no pueden permitirse ese gasto; y en el mismo sentido Josep Mayans habló de las barcas subvencionadas para conciertos o actividades puntuales y de interés en Eivissa señalando que «una familia de dos hijos, en total cuatro personas, no puede afrontar el gasto de la barca» e incidió que muchas de esas personas son recién llegados a la isla y por tanto los que en peor situación económica se encuentran.
A finales de 2007 el Consell de Formentera realizó un estudio de los residentes extracomunitarios que cifró entre 600 y 700 y estableció un cálculo que contemplaba un total de 66 desplazamientos entre las Pitiüses diarios, 33 en cada sentido. Son 8,19? por trayecto, que suponen una cantidad anual ligeramente inferior a 200.000?.