AGENCIAS/G.ROMANI
La organización ecologista Oceana detectó y denunció la existencia de actividades de sobrepesca de atún rojo por parte de una flota completa de embarcaciones españolas y francesas al sur de Balears, a 30 millas de Formentera, que además estaban asistidas ilegalmente desde el aire, por lo que «urgió» al cierre inmediato de la temporada de pesca de esta especie y a la creación urgente de un «santuario» marino en el mar balear para la misma.
Según expuso esta entidad conservacionista, en un comunicado esta sobrepesca fue descubierta la semana pasada por un equipo propio de biólogos marinos, quienes la documentaron con imágenes que muestran las operaciones de una flota compuesta por más de 25 barcos dedicados a la pesca industrial del atún rojo, a unas 30 millas al sur de Formentera.
El descubrimiento fue realizado desde el buque oceanográfico 'Marviva Med', fletado por Oceana, y que zarpó hace dos semanas desde el puerto de Palma, precisamente para mantener una vigilancia sobre las actividades de los barcos atuneros. Descubriendo, en una zona al sur de Formentera, alrededor de una decena de cerqueros industriales, españoles y franceses, llevando a cabo una masiva operación de pesca.
Oceana también afirma que los citados cerqueros se encontraban acompañados de varias jaulas flotantes de engorde, a donde son transferidos los atunes una vez capturados, y de cerca de 15 barcos auxiliares entre remolcadores y pesqueros de otros artes, reconvertidos momentáneamente a la pesca del atún.
Medios desproporcionados
Además, estaban allí dos docenas de pequeñas barcas y lanchas neumáticas con potentes motores, que eran utilizadas para ayudar en las tareas de manejo de las redes gigantescas. El panorama se completaba con no menos de veinte buceadores, que se sumergían en los copos de las redes o en las jaulas flotantes para conectarlas entre ellas después de la captura, y para obligar a los atunes a pasar de una a la otra.
Oceana afirmó, igualmente, que observó el lunes 2 de junio, a las 13.15 horas, una avioneta amarilla Cessna 337 'push-pill' de doble cola sobrevolando a los atuneros franceses que se encontraban fondeados en Formentera. Y, unos 15 minutos después, éstos levaron anclas y se dirigieron a toda máquina a la zona de pesca. El uso de avionetas de reconocimiento es ilegal, porque contraviene las normas del Organismo Internacional de Regulación de la Pesca de Atún (Iccat).
Según el presidente de Oceana, Xavier Pastor, que coordinó la expedición, la captura de miles de individuos reproductores de esta especie se lleva a cabo con métodos tecnológicos «absolutamente desproporcionados» al actual tamaño de la población de atún rojo, y, si no se cierra de inmediato esta pesquería y se protege de forma permanente esa área del Mar Balear --de una milla de superficie-- de la pesca industrial, se provocará su colapso.
Según Oceana, la flota pesquera estaba vigilada de cerca por patrulleras de la Guardia Civil y la Armada española, así como por avionetas y helicópteros de la Secretaria General del Mar del Ministerio de Medio Ambiente; que «no pueden hacer nada más que certificar la legalidad de las operaciones de pesca, mientras se esquilma la pesquería y se captura hasta el último atún», expuso Pastor.
La flota artesanal de Formentera, pese a estar en huelga por la protesta general por los precios del gasóil, tuvo que salir de puerto algún que otro día para controlar sus redes por dos motivos, como explicaron el Patrón Mayor, Josep Juan Torres y el secretario de la Cofradía, Miquel Ferrer. En primer lugar porque los pescadores que utilizan artes menores eran conscientes de que si las redes se habían llenado estos días en los que no han salido a faenar, las capturas morirían y por tanto había que vaciarlas antes de volver a dejarlas en sus caladeros habituales; pero en segundo lugar, y lo que más se temían algunos, era su rotura o desaparición a causa de los remolcadores de jaulas de atún que estos días están en los alrededores de Formentera. Por ello durante los días de huelga siempre ha habido, aunque en menor cuantía, pescado fresco en Formentera, pescado de la zona ya que los pescadores para evitar males mayores controlaban sus redes ante los posibles destrozos de los remolcadores de jaulas.