La promesa del presidente del Govern, Francesc Antich, de hacer todo lo posible por agilizar la contratación de las obras públicas pendientes podría tener efectos positivos en el sector en las Pitiüses pero su influencia no se dejaría notar «como mínimo, hasta bien entrado el próximo año». Así lo consideró ayer el presidente de la Asociación de Constructores de la Pimeef, Juan Andrés Roig, quien resaltó que «aunque se aceleren los proyectos, son actuaciones complicadas que precisan de trámites largos, por lo que tardará mucho en dejarse notar su efecto».
Las adjudicaciones tendrán un efecto indirecto «puesto que empresas ibicencas que puedan optar a trabajar directamente para la Administración hay muy pocas». «Trabajamos más subcontratadas por las empresas nacionales, pero al menos si se cumple la previsión se dará trabajo a sociedades acostumbradas a trabajar para otros y que, ahora mismo, no tienen apenas contratos», añadió.
La situación de dependencia reduce los márgenes pero da más seguridad a los cobros, explicó el presidente de la patronal. «Al ser subcontratados dependemos del contratista principal por lo que los problemas de pago que se están dando con la Administración, incluso con años de tardanza en pagar, los asume la adjudicataria», explicó, para añadir que «aunque paguen a plazos largos, no pasa de seis meses, un término que no es corto pero que no repercuten a los empresarios de Eivissa el retraso que acumula la Administración». «Como subcontratistas las condiciones son algo peores porque es lógico que la constructora principal gane algo», añadió.
Sobre el efecto de la huelga de transportistas en la construcción, Roig aseguró que «notarse se ha notado, porque es semana y media sin llegar materiales; de hecho, todavía estamos esperando a que llegue algún cargamento». «Estamos acostumbrados ya que dependemos del transporte marítimo y, el que más o el que menos, cuando tiene que hacer pedidos de material que tiene que venir de fuera lo hace en grandes cantidades y con tiempo», matizó.
«Si para el lunes no hubiera llegado ningún transporte, obviamente habrá gente a la que se le acaben las reservas y tenga que retrasar algún trabajo porque se le acabe el material», concluyó.
Roig apuntó ayer que no tenía conocimiento de que el Grupo Drac, propiedad de Vicenç Grande, tuviera en marcha alguna promoción en la Isla que haya quedado a mitad por el concurso de acreedores. «Tampoco me consta que haya ninguna empresa ibicenca afectada porque estas firmas grandes suelen traerse la gente de Mallorca», aseguró el constructor quien puntualizó que «no hay que descartar que pueda haber alguien afectado». En la web del grupo figura una promoción de unas pocas viviendas en es Canar, aunque todas ellas aparecen como entregadas a sus dueños.
En Eivissa no se han dado casos de suspensiones de pago de esta magnitud, «aunque que no haya pasado no quiere decir que a lo largo del invierno la cosa no se complique». «Sí que se ha dado el caso de empresas que han dejado de pagar. Especialmente se circunscriben a empresas de fuera aunque también hay alguna de aquí. Hace unos meses que está pasando y la gentes va ya un poco asustada en este sentido», explicó.