Los titulares de las embarcaciones que han estado realizando traslados de viajeros hasta el Illot des Pouet, en ses Illetes de Formentera, denunciaron ayer que la negativa de la Demarcación de Costas, a instancias del informe negativo del Consell Insular, para que sigan con esta actividad supone «hundir las barcas» y aseguraron que «no hay justificación razonable ni fundada para la decisión tomada».
En una carta dirigida a los medios de comunicación, firmada por los ocho propietarios de las embarcaciones que dan trabajo a 35 personas según afirman, defienden que el uso de las 'golondrinas' para acceder a esta zona del Parque Natural de ses Salines es el medio «menos agresivo que se pueda imaginar» y afirman que es un operativo preferente usado también en otras áreas protegidas.
Los patronos de las barcas defienden la idoneidad de sus servicios para acceder a ses Illetes ya que contaminan menos y ahorran tiempo.
«Según el Consell de Formentera llevamos 1.270 pasajeros de media al día, lo que es una media de 95 toneladas de carga. Desplazar esta carga desde es Pouet hasta la Sabina, ida y vuelta, supone mucho más gas oil para llegar al mismo sitio», aseguran.
«Si va demasiada gente, ¿por qué no se limita el acceso por tierra? Si puede entrar la marabunta a pie, ¿por qué en barco no pueden entrar 1.270?», se preguntan los firmantes del documento.
Según los cálculos que realizan los afectados, tener que llegar hasta el puerto principal de Formentera y desde allí trasladarse a pie o en vehículo hasta ses Illetes, supondrá unos inconvenientes añadidos que afectarán al turismo, al suponer «entre hora y hora y media adicional para llegar a la playa».
«Concluyendo: la excursión será más cara, se consumirá más gasoil y se empleará más tiempo», resumen los afectados por la prohibición, quienes añaden que «como nuestros viajeros saben lo que quieren, sencillamente no vendrán, nosotros nos iremos a la ruina, los viajeros se irán de las Pitiüses sin conocer Formentera y en el Consell, es un suponer, estarán muy satisfechos».