El Ayuntamiento de Eivissa aprobó ayer, con la abstención del grupo popular, el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que como primer paso prevé cambios importantes en el sentido del tráfico para crear carriles de transporte público.
Para ello, el plan contempla la reconversión de las principales entradas y salidas de Vila para que sean de un único sentido, un cambio que el Ayuntamiento quiere llevar a cabo este mismo invierno. Según explicó el concejal de Mobilitat, Joan Rubio, este paso dependerá de «una solución transitoria» que se encuentra negociando con Autoritat Portuaria «para que el plan no esté condicionado a soluciones del puerto». En este sentido, cabe aclarar que la reordenación del tráfico se encuentra supeditada a encontrar una solución para el tráfico pesado de la avenida Santa Eulària. «Si no podemos modificar esta calle se complica todo», apuntó Rubio, que expresó su confianza en el éxito de la negociación.
Estos cambios (ver gráfico) permitirán que los carriles bus y taxi también puedan funcionar este invierno demarcados en las avenidas afectadas por la reconversión de sentido como son Isidor Macabich, Ignasi Wallis, Bartomeu Rosselló, Espanya y Santa Eulària. Asimismo, según Rubio, a partir de estos cambios se podrá comenzar a buscar financiación «para aumentar la frecuencia del servicio de autobuses» ya que el objetivo del proyecto es reducir la utilización del coche mejorando la oferta del transporte público y fomentando el uso de la bicicleta.
Por su parte, el concejal de la oposición Antoni Prats pidió la «retirada del plan», porque, según destacó, «es una declaración de intenciones que no tiene una expectativa real». Según Prats, el plan se basa en «documentos que no están aprobados como el Pla General de Ordenació Urbana (PGOU)» y depende «de la reforma del puerto». «Es un plan que queda totalmente obsoleto antes de estar aprobado», apuntó Prats, que también se refirió a los 3.000 aparcamientos que este proyecto prevé habilitar en el primer cinturón de ronda, con la reconversión de la avenida de la Paz en vía urbana, y criticó que «vayan a ser de pago». «Este gobierno de social tiene muy poco», agregó Prats. En respuesta, Rubio le recordó que no hay espacio para tantos coches en Eivissa, «pero que sí habrá alternativa». Según el concejal, con este sistema habrá «quien preferirá pagar parking y quien preferirá pagar autobús», pero, según destacó, lo que se busca es incentivar «que el coche quede en origen y no en destino». Una vez acabado el pleno, Rubio destacó que tras el cambio de sentido de las avenidas y la demarcación de los carriles bus y taxi se comenzará a pacificar la ciudad reduciendo los límites de velocidad a 30 y 10 km/h, lo que permitirá «hacer los carriles compartidos para moto y bici e instalar el bicing». Por último, Rubio destacó que «lo más lento del proyecto» será la construcción de las 3.000 plazas de parking en el primer cinturón de ronda. Se trata de un plan, según Rubio, que ha sido redactado para dar «soluciones efectivas y realizables».