M.JUNCOSA/ S. PARRA
UGT y CC OO negociarán un calendario de movilizaciones en la hostelería para llevar a cabo a finales de julio y en el mes de agosto en caso de que no se produzca un acercamiento de posturas con la patronal en la reunión prevista para el próximo viernes. Así lo indicaron ayer tras reunirse con los negociadores de las Federaciones Empresariales de Hostelería de las Islas, un encuentro que duró una hora escasa debido a la disconformidad de los sindicatos con las propuestas de los empresarios.
El día 11 de julio es la fecha tope para lograr un acuerdo y, de no producirse, ambos sindicatos plantearán el inicio de una huelga que no se iniciaría antes de final de mes ya que se deben comunicar los paros al Govern y celebrar asambleas en los centros de trabajo para explicar los motivos a los asalariados de un sector que suma 30.000 personas en las Pitiüses.
Fernando Fernández, secretario general de Hostelería de UGT en las Pitiüses y uno de los negociadores sindicales, explicó ayer que los representantes de los trabajadores «nos hemos quedado perplejos cuando, tras dos semanas para que la patronal estudiara nuestras propuestas, nos presentan un resumen de la propuesta que ya conocíamos».
«Parece que nos estén tomando el pelo. Se nos acusa a los sindicatos de querer boicotear las negociaciones pero son ellos los que ponen piedras en el camino y se empeñan en insistir en cuestiones como la vigencia del convenio de cinco años o las subidas de sueldo equivalentes al IPC, puntos fundamentales para nosotros», apuntó Fernández. «¿Cómo vamos a explicar a los trabajadores que aceptamos un incremento anual del IPC real de marzo, que fue de un 4,5%, cuando hoy [por ayer] hemos conocido que la inflación ya es de un 5,1%?», justificó.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Hostelería de UGT en Balears, Antonio Copete, afirmó la patronal pretende eliminar algunos de los derechos conseguidos en los últimos 20 años de negociación colectiva, al plantear jornadas irregulares «encubiertas» que supondrían la eliminación del descanso de 12 horas entre las jornadas de trabajo, algo que negaron los negociadores de la patronal.
El secretario de comunicación de CCOO, Antoni Baos, afirmó que la patronal aprovecha la negociación para plantear sus propuestas y no escucha a los trabajadores, circunstancia que tildó de «alucinante». El presidente de la Federación de Hostelería de Eivissa y Formentera, Roberto Hortensius, consideró ayer que la amenaza de huelga «es una medida de presión más» pero que los sindicatos deben ceder en sus pretensiones «y ser conscientes de que la situación no es boyante». «Pedir un convenio de cinco años es lógico porque significaría obtener la paz social durante un tiempo. En cuanto a la subida del IPC, con las cifras en que nos movemos ahora, ya supone unos grandes aumentos. Todos debemos apretarnos el cinturón y no cargarse a la gallina de los huevos de oro», explicó.
Por otro lado, Hortensius consideró que, haya o no huelga, el anuncio puede ser «muy negativo para la actividad turística; o sea, para todos». «Existe un peligro real de que incida en las reservas y puede ser un punto negro más acumulado a la negativa situación actual», advirtió.
La consellera de Treball i Formació, Margarita Nájera, confió en que exista la «suficiente cordura, ganas e interés» por parte de los sindicatos y la patronal, con el fin de que logren un acuerdo respecto al convenio de hostelería y, en este sentido, se comprometió a «impulsar» el consenso en esta cuestión, teniendo en cuenta que el convenio de hostelería es una «referencia para todo el país».