La asociación ecologista de ámbito planetario Greenpeace presentó ayer su informe anual sobre el estado del medio ambiente en España e incluyó el lugar del hundimiento del Don Pedro entre los siete 'puntos negros' a destacar del litoral balear.
«El barco encalló a una milla del puerto de Eivissa produciendo un vertido de unas 50 toneladas de fuel que terminó afectando al Parque Natural de ses Salines. El pecio sigue todavía en el punto donde naufragó», dice el informe, titulado genéricamente Destrucción a toda costa. A esta situación, además, añade «la contaminación marina por hidrocarburos desde los barcos se produce de diferentes maneras. Junto a los grandes vertidos debidos a accidentes de buques que transportan fuel, los pequeños, pero continuados episodios de vertidos desde los barcos por fugas intencionadas u operaciones de rutina como la limpieza de sentinas, son altamente preocupantes».
Además, añade entre los peligros latentes al medio natural «la ejecución de una nueva fase de la ampliación del puerto de Eivissa, que contempla la construcción de una plataforma de hormigón de 85.000 m2 sobre la bahía, al abrigo del dique de 516 metros construido a partir del islote de Botafoc. Para ello, será necesaria la extracción de 510.000 m3 de arenas y lodos contaminados y su posterior vertido al noreste de Formentera».
«Los propios informes del Govern balear reconocen la existencia de mercurio como uno de los elementos contaminantes de los sedimentos dragados». También alerta de la presencia del alga invasora Caulerpa racemosa, «con lo que se pondrán en peligro los fondos marinos del Parque Natural de ses Salines de Eivissa y Formentera y de la Reserva Marina des Freus. Además, no se ha tramitado autorización alguna para el vertido de estos fangos y se pretende reutilizar la misma empleada en la construcción y operaciones de dragado del dique en 2001».
También se menciona la ley de medidas cautelares, que puede suponer la protección final de ses Feixes, el sistema eléctrico del archipiélago y la sobreexplotación de los bancos de atunes como puntos que merecen la preocupación de la sociedad española.