uizá algún sábado, mientras paseas por la zona del instituto de sa Blancadona o por Portal Nou, veas a un grupo de personas con pantalones rojos, una especie de chaqueta de capucha negra y caretas de demonios mientras saltan y saltan sin parar a la vez que tiran petardos. No se trata de la grabación de una escena de una película de terror sino el ensayo de la colla de dimonis Els mals esperits, de la Associació Vuit d'Agost. Durante la noche de ayer, alrededor de 30 personas viajaron a Cunit, un pequeño pueblo de El Garraf (Cataluña) para actuar. Posteriormente, el grupo de esta localidad viajará a Eivissa.
La historia de esta colla de dimonis se remonta a 2006, cuando actuaron por primera vez con el grupo de demonios de Manacor de la Vall (Mallorca): «Recuerdo que estábamos muy nerviosos porque son un grupo muy potente e importante; fue en mayo, para la feria de la creatividad y en el Portal de ses Taules», explica Joan Antoni Boned, uno de los miembros que ha visto la evolución de este grupo: «En dos años hemos mejorado bastante, sobre todo en temas de escenografía. Al principio éramos 18 y ahora somos 30, aunque no siempre actuamos todos». Una de las principales características de este correfoc es que participa gente de todas las edades, incluso menores a partir de siete años.
¿Qué es exactamente un correfoc? «Es un espectáculo pirotécnico y muy participativo, sobre todo. Para entrar con los demonios durante el desfile es necesario llevar una gorra y llevar ropa de algodón», explica Boned.
Los ensayos de este particular grupo se centran en observar dónde se va a desarrollar la actuación, estudian las calles por las que pasarán, planifican la escenografía y calculan el tiempo de duración, normalmente media hora. «Por lo general actuamos en Sant Joan, pero en otros lugares con más tradición, como Mallorca, también se hace para otras fiestas, como Sant Antoni, que es el 17 de enero», explica Boned.
La próxima actuación de Els mals esperits es el 7 de agosto en Eivissa, mientras que piensan viajar a Mallorca en octubre.
María José Real
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