Comenzó por las reuniones sin acuerdo, continuó por la huelga, la manifestación y el boicot; siguió por los despidos y las expulsiones de compañeros de asociación y ahora llega a los tribunales.
El ya larguísimo conflicto entre la patronal del taxi de Vila y el Consell por las licencias estacionales comienza ahora la vía judicial en el Juzgado nº 1 de lo Contencioso Administrativo de Palma, cuya magistrada de guardia ha admitido a trámite la petición de la patronal de impugnación del plan y de la aplicación de las licencias temporales, y ha dado un plazo de diez días a la máxima institución para que justifique la legalidad del mismo.
Es una solicitud de justificación al Consell que llega después de que el tribunal haya denegado una medida cautelarísima solicitada por la abogada de los taxistas, Ana Goizard, en la que pedía la impugnación del plan sin oír los argumentos de la institución. «La magistrada decide que en un caso así debe oír al Consell y entonces adopta la medida cautelar y le da un plazo de diez días. Además habilita todo el mes de agosto para resolver si suspende o no el plan debido a la gravedad de la situación», explicó la letrada.
La petición de la jueza de instrucción fue presentada ayer en rueda de prensa por los representantes de la patronal de Vila, cuyo presidente, José Serafín, aseguró que «cuando se demuestren las irregularidades del plan» reclamarán al Consell «daños y perjuicios». Esta petición de indemnizaciones también llegará a los ayuntamientos que apoyan el plan, como Vila y Sant Josep, porque, según Serafín, «también han cometido irregularidades».
Además, los taxistas recurrieron al resto de ayuntamientos que renunciaron a los permisos temporales y, mediante un comunicado, pidieron a Sant Antoni, Sant Joan y Santa Eulària «que presenten conjuntamente una demanda judicial» contra el Consell.
En este escrito solicitaron también a estos tres consistorios que aumenten «la vigilancia en las paradas para que los taxis estacionales no carguen clientes» en sus municipios, algo que está prohibido, según Serafín, en el reglamento municipal.
«Hacen lo que les da la gana»
El presidente de la asociación insistió ayer en que los taxistas con licencias estacionales «carecen de permiso y licencia municipal, radiotaxi y tarjeta identificativa». «No respetan el orden de las paradas ni a los compañeros cuando van a recoger los servicios. Porque como el plan no está regulado hacen lo que les da la gana», añadió Serafín, quien señaló que esta falta de regulación hace que los taxistas estacionales no cumplan otro punto importante del reglamento que indica que «si tienes una licencia de taxi debes trabajarla personalmente o conjuntamente con un asalariado». «Lo que no puede ser es que el Ayuntamiento de Eivissa permita que haya gente que lleve camiones y que tenga a dos personas trabajando un taxi, o que haya un titular al que se le ha retirado el permiso de conducir y que lleva el taxi con otras dos personas. Tampoco es normal que haya asalariados que sigan cobrando de su jefe y tengan otros trabajadores llevando el taxi», explicó el presidente de la patronal, que volvió a pedir «la dimisión de Joan Rubio», el concejal de Movilidad de Vila, «porque ha demostrado que el reglamento municipal no lo conoce y que lo único que sabe es que el taxi es blanco y lleva una luz verde en el techo».
Por otra parte, en cuanto a la expulsión de 20 titulares de la asociación de Vila porque mantienen a sus trabajadores con licencias estacionales, Serafín destacó que muchos están rectificando y que «la forma de rectificar es echar a sus asalariados».
El conseller de Mobilitat, Albert Prats, cuestionó por su parte «el triunfalismo de Serafín» y calificó la justificación que debe realizar ante el tribunal como «un trámite judicial ordinario». «No entiendo el triunfalismo de Serafín porque lo que ha hecho la jueza es no dar lugar a la suspensión cautelarísima y, como suele ser el procedimiento, ha querido oír a esta parte», apuntó el conseller, que presentará «un informe con argumentos muy sólidos».
Por otra parte, el conseller quiso opinar sobre la expulsión de titulares de la asociación por mantener a sus trabajadores con licencias temporales y la calificó de «medida caciquil». «Es una más de las que ha caracterizado toda esta confrontación por parte de los titulares del taxi y creo que es una vergüenza que se actúe así con compañeros de toda la vida que simplemente no tienen esa visión tan extrema de la situación», señaló el conseller.