«Sabíamos que el dato sería malo, pero no esperábamos que lo fuera tanto». Esta frase la pronunció ayer el conseller insular de Programació Econòmica Corporativa, Tomás Méndez, al refererise a los datos de paro del mes de julio pero coincidía, casi hasta en las comas, con la valoración realizada por el secretario general de UGT en las Pitiüses, Diego Ruiz. Nadie esperaba que uno de los dos meses fuertes de la temporada turística trajera un incremento del número de desempleados del 10'75% (488 personas) respecto a junio y que el número de inscritos en el Servei d'Ocupació de Balears (SOIB) alcanzara las 5.025 personas.
Por Islas, porcentualmente Eivissa presenta un incremento menor de la evolución intermensual del paro con un 10'4% que representa 454 parados más. En el caso de Formentera, la cifra de sempleados se incrementa en 34 hasta alcanzar los 214, lo que supone un aumento del 18'9% respecto a junio. Si la comparativa se realiza respecto a julio de 2007, la tendencia se invierte y es la Pitiüsa mayor la que resulta más castigada por la crisis, con 1.294 personas más sin empleo, un 36'8% más; mientras que en Formentera el aumento es de 39 individuos, un 22'3%.
El panorama laboral en las Pitiüses ofrece otro dato negativo, igualmente remarcable dado que son las únicas de las Balears que experimentan una bajada. Se trata del número de contratos registrados. Mientras Mallorca sumaba 2.316 contrataciones más (un 8'2% que en junio) y Menorca sumaba 461 más (un 14'3%), en Eivissa se han formalizado 1.148 contratos de trabajo menos, hasta alcanzar los 6.299, lo que supone un 15'4% menos. En Formentera las contrataciones llegaron a las 435, 76 menos que en junio (un 14'9% menos).
Destrucción de empleo
El panorama que reflejan las estadísticas ponen de manifiesto una situación marcada porque la construcción sigue hundiéndose y la temporada turística está defraudando las esperanzas puestas en ella, especialmente en los meses de más actividad como el pasado y el actual.
«Si empezamos a comparar por sectores, en construcción hay un aumento del paro del 66% y de un 20% en los servicios. El hecho de que esté generándose paro con respecto a julio de 2007 en todos los sectores significa que el mercado laboral está reflejando toda la pérdida de actividad económica que sufrimos», considera Méndez, quien resalta la rapidez con que los problemas económicos han alcanzado a los servicios.
«No se esperaba tan rápido el reflejo en el mercado laboral de los problemas del sector financiero y de los carburantes. Se pensaba que éste año la temporada se salvaría y ya el próximo sería peor porque empezaría a afectar a los ciudadanos, a su poder de compra y de capacidad de consumo», apuntó. «Lo único bueno es que quizás el ciclo se está acelerando y puede que no se cumplan las previsiones de que 2009 será peor, sino que puede que nos adaptemos más rápido y salgamos de la crisis antes», reseñó.
«Julio y agosto, en que siempre aumenta mucho la contratación y disminuye el paro, el efecto (de la temporada turística) ha sido nulo. La actividad de los servicios no compensa nada. El sector no tiene capacidad de generar empleo», aseguró.
Además del paro, la destrucción de empleo preocupa a Méndez. «Hay una cosa quizás más importante que el paro, quizás no desde el punto de vista del ciudadano que se queda sin empleo. La base de la economía es la evolución de las empresas y que éstas puedan generar empleo. Hasta ahora siempre estaban haciéndolo pero desde junio se destruyeron empleos y hay menos asalariados que el año pasado», lamentó.
Por su parte, Diego Ruiz reconoció que «ha ido peor de lo que pensábamos que podía ir» y señaló que «lo de la construcción era previsible, pero lo sorprendente ha sido los servicios, con un aumento del paro en un mes en que en teoría debería bajar de forma importante». «Sin dejar de ser importante, se veía venir la caída de la construcción, pero lo que hemos visto es que el sector servicios se ha visto muy afectado por la crisis, no sólo de nuestro país», añadió.