a ofrenda floral que se hace a Santa Maria de les Neus, se realiza entre otras cosas como homenaje de la sociedad ibicenca a su patrona, pero también numerosas personas hacen su ofrenda con un motivo más personal. Este es el caso de Lucía Clapés, una niña de casi cinco años, que desde que tenía un año de edad, ella misma y de la mano de su madre hace entrega de un precioso ramo de flores. Su madre, Laura Clapés, ya lo hizo un año antes de adoptarla pidiéndole a la Virgen que «todo saliera bien». Y así fue, el homenaje que Laura comenzó ha sido realizado año tras año, eso sí ahora madre e hija lo hacen juntas. Además de ellas, una multitud se dio cita en la catedral para hacer la ofrenda floral.
Sobre las 19'00 horas, en las puertas de la catedral de Eivissa aguardaban los consejeros de las 23 parroquias de Eivissa con sus estandartes. Ellos serían los primeros en entrar al templo para que comenzara la tradicional ofrenda floral que cada año se hace a la Virgen, patrona de Eivissa. Tras ellos la comitiva de las autoridades religiosas, entre ellos el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, y la de las autoridades políticas. Una vez dentro comenzó la misa solemne, cantada para la ocasión por el Coro Ciutat d'Eivissa.
El calor en el interior del templo fue otro de los protagonistas del homenaje a la patrona. Los fieles, los políticos y algún párroco no dejaron de agitar los abanicos durante todo el acto. El sofocante calor no impidió que los numerosos ibicencos llenaran la catedral. Algunos asistentes salían para calamar el calor y refrescarse en la puerta durante unos minutos. «Dentro hace un calor casi insoportable, pero es una misa preciosa», coincidían en comentar varias mujeres en la puerta de la catedral.
Antes de la ofrenda, el coro comenzó a cantar el himno a la Virgen, Set Segles Fa y fue seguido por todos los presentes que convirtieron este momento en uno de los más emotivos del acto. Sin duda el homenaje floral de este año fue uno de los más calurosos, no sólo por la temperatura sino por la devoción y el respeto con que se rindió. Natalia Salazar