El municipio de Sant Antoni aplicará a principios de 2009 un incremento del 50% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las viviendas que se encuentren vacías como medida de fomento del alquiler. Para ello está elaborando un padrón, desde la aprobación de esta medida en 2007, con el fin de conocer qué inmuebles se encuentran ocupados y cuales no.
El primer teniente de alcalde del municipio, Joan Pantaleoni, destacó que se trata de una experiencia piloto, «compleja burocráticamente» y apuntó que no se quiere fomentar la recaudación sino el acceso a la vivienda «en un momento de crisis en el que se ha paralizado la construcción y la demanda se desvía al mercado del alquiler».
El Ayuntamiento comprobará si hay gente empadronada en un domicilio en el periodo de un año. En caso contrario contactará con el propietario que a su vez podrá justificar si ha habido gente viviendo sin empadronarse.
Pantaleoni subrayó que «esta iniciativa no excluye otras que se aplicarán para ayudar a los propietarios a alquilar sus viviendas garantizando el cobro de alquileres».