Todos llevan más de 25 años eligiendo Eivissa como destino vacacional. Algunos, incluso, más de 30. Durante el día de ayer Jacqueline de Watcher, Jacques Doguet, William Michael Spillane, los señores Jenkins, los Holingdale y los Smith fueron homenajeados por su fidelidad turística. Todos ellos fueron obsequiados con una figura de la diosa Tánit: «Que representa la fertilidad y la protección de la isla», afirmó Pepa Marí, consellera de Promoció Turística i Cooperació Econòmica.
«Hemos venido a Eivissa 50 veces desde 1976, cuando la descubrimos», afirmó la belga Jacqueline de Watcher, quien aseguró que tanto a su marido como a ella lo que más les gusta de la isla es su tranquilidad: «Además de lo bien que se come y las bebidas tan ricas que hay», puntualizó entre risas. Y añadió: «Nos encanta el pescado fresco de aquí y lo que no nos gusta nada es todo el nivel de construcción que hemos ido notando con el paso de los años». Desde hace años, esta pareja se aloja en el aparthotel Nereida de Sant Josep. Los británicos Holingdale pisaron la isla por primera vez hace 25 años, cuando sus hijos eran jóvenes: «Aquel primer año estuvimos en Sant Antoni y nos lo pasamos muy bien. Un amigo nos llevó de paseo por es Canar y desde entonces siempre regresamos allí», explicó Maurice, que se aloja con su esposa en los apartamentos Zodiac del pequeño pueblo del municipio de Santa Eulària. Heidy considera que la isla ha evolucionado mucho: «Recuerdo la carretera que iba del aeropuerto a es Canar y el autobús, que tenía los asientes muy duros». Por la tarde, la asociación cultural Es Retorn mostró cómo se realizan diferentes productos tradicionales de la isla, como las espardenyes. Los asistentes pudieron también disfrutar de la degustación de productos típicos, como las orelletes o la coca de pimientos.
María José Real