BÀRBARA MUNAR
El centro de atención a la drogodependencia del Consell (CAD) atendió en 2007 a 745 personas, de las que 233 fueron primeras visitas. De todos los pacientes atendidos, solo un 20,4 por ciento fueron mujeres. Según la médico y coordinadora del centro, Marina Joves, en general «históricamente siempre ha sido así», una causa podría ser «una cuestión cultural que hace que las mujeres contacten menos con las sustancias», pero las causas de esta diferencia tan significativa son muy difíciles de conocer, explica.
Este centro ambulatorio atiende a pacientes con dependencia a la heroína, pacientes con abuso o dependencia del alcohol y también a enfermos que dependen de la cocaína. Asimismo, hay usuarios que abusan de otras sustancias como las anfetaminas, el cannabis y los psicofármacos.
En el CAD se acoge y se ofrece gratuitamente un tratamiento 'bio-psicosocial' al enfermo, es decir, se aborda el problema con un equipo multidisciplinar compuesto por médicos, psicólogos y trabajadores sociales. Según Joves, se les da un tratamiento muy individualizado en función de las características y necesidades de cada uno. Estos tratamientos variarán en función de si se trata de un paciente de heroína, del tiempo que lleva tomando sustancias toxicológicas y si hay una mayor incidencia de problemas sociales o marginalidad. «Se trabaja según las características individuales de cada paciente», remarca Joves.
La duración de los tratamientos también son muy variables, por ejemplo, según la doctora hay pacientes en tratamiento de metadona que llevan muchos años, pese a que están estables. Pero hay otros que en un par daños sin tener una recaída reciben el alta. Asimismo, la respuesta al tratamiento es muy variable y depende mucho de las circunstancias individuales de cada uno, como por ejemplo, del apoyo familiar y del entorno. Según la doctora Joves son elementos muy importantes para superar las adicciones. «Esto es como en todos los problemas de la vida, si tienes un buen apoyo familiar, te ayuda a llevar mejor la recuperación», asegura.
La edad de los usuarios también es muy variable en función de la sustancia que consuman. Por ejemplo, los consumidores de alcohol tienen una media de edad más alta que los de cocaína, mientras que la edad media de los consumidores de heroína en los últimos años ha ido en aumento. Al tratarse de una droga que está pasando de moda, no hay tantos ingresos en jóvenes y los que están en tratamiento van cumpliendo años.
Para acceder a un tratamiento en el centro de atención a la drogodependencia sólo es necesario hacer una llamada a los servicios sociales del Consell y pedir la cita.
En este primer contacto telefónico se toman los datos del futuro usuario y se le da la cita. Según explica la doctora y coordinadora del servicio, Marina Joves, los interesados «no necesitan que nadie ni ningún servicio les derive al centro». La doctora afirma que casi no hay lista de espera, de forma que «si llamas hoy, a lo mejor para la semana que viene no tenemos horas libres, pero seguro que para la siguiente, sí».
En este primer encuentro se hace una valoración sobre como se puede ayudar al paciente y se le da un tratamiento ambulatorio, es decir, no ingresan en una comunidad.
El tratamiento es totalmente gratuito y subvencionado por el Consell.