El ex arquitecto municipal de Sant Josep, Antonio Huerta Briz, ya copaba gran parte de los proyectos del municipio de Sant Josep antes de ser arquitecto municipal. Según un informe del Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears que obra en la causa que se investiga en el Juzgado de Instrucción número 3, Huerta acaparaba el 81,4% de los trabajos en este municipio, con 184 proyectos presentados.
Precisamente en la declaración ante el juez de la familia Huerta se les preguntó por los motivos por los que un arquitecto como él, que copaba la mayor parte del trabajo en Sant Josep, decidió optar a una plaza municipal en la que iba a cobrar mucho menos y que le imposibilitaba ejecutar proyectos en un municipio en el que trabajaba mucho.
Tanto Huerta como su familia negaron ante el juez los seis delitos que se les imputan, entre los que figuran malversación, prevaricación urbanística, cochecho, negociaciones prohibidas a funcionarios, blanqueo de capitales y falsedad documental.
El auto del juez en el que ordenó el ingreso en prisión sin fianza para Huerta Briz y con fianza para su hijo Antonio Huerta Chamorro y su nuera Pilar Fernández, justificó esta medida porque había riesgo de fuga y de esconder bienes o pruebas que puedan ser importantes para la investigación.
La familia Huerta actuaba a través de con nueve sociedades, entre las que están Arkirent, Arkimer, Arkibiza, AH Asociados, ses Serres y Keltike SL.
El caso Huerta fue denunciado ante Fiscalía por el GEN, aunque el colegio de arquitectos se unió poco después. En la instrucción de la causa se ha tomado declaración a varios compañeros suyos de profesión y a una persona que trabajó con él como auxiliar. En las testificales se desveló que Huerta utilizaba la firma de otros arquitectos para rubricar los proyectos que hacía en Sant Josep. Posteriormente se hizo cargo su nuera.
Lo que hizo sospechar a los arquitectos desde un primer momento es que muchas obras en Sant Josep se hacían con un estilo similar, muy parecido al que utilizaba Huerta, pese a que los proyectos estaban firmados por diferentes profesionales. Además, para muchos era prácticamente imposible trabajar en este municipio. Algún testigo también relató los problemas que tenían algunas personas para ver su proyecto aprobado si no pasaban previamente por el despacho de Huerta.