Chas Smash es uno de los miembros del grupo inglés Madness y uno de los músicos que aportaron al ska ese giro que lo convirtió en uno de los ritmos más de moda en toda Europa a finales de la década de los 80 y también en la de los 90. Ahora reside en Eivissa desde principios de este año y es aquí donde ha encontrado la tranquilidad que busca para preparar su próximo trabajo en solitario. Vestido de riguroso negro y con un polo fred perry, al más puro estilo de los seguidores de esta clase de música, acudió a la entrevista.
-¿Cuál es la razón que te llevó a vivir en la isla de Eivissa?
-Me separé de mi mujer con la que llevaba veinte años casado. En ese momento debía empezar de cero y tenía dos opciones o quedarme y empezar en Londres o hacerlo en un lugar como este. Londres es un lugar muy estresante y quería que mis hijos pudieran disfrutar conmigo de un ambiente más relajado. Podía estar en un lugar donde siempre está nublado o elegir uno con este clima. Uno de mis hijos viene la semana que viene y vamos a disfrutar mucho aquí. Viajo por trabajo a Londres y resido en Eivissa. Además, tengo familia en España, mis tíos viven en Barcelona y creo que en España hay una buena calidad de vida.
-¿Que le ha hecho disfrutar más en Eivissa?
-Me han encantado los conciertos de Ibiza Rocks, como el The Wip, pero en realidad aquí hago una vida más familiar y tranquila.
-Participó en la gala benéfica The Buttterfly Ball con su actuación en acústico, ¿cómo fue esta colaboración solidaria?
-Fue mi primer concierto en solitario y me encantó. No tenía la voz muy bien pero tenía ganas de tocar solo y disfruté mucho.
-Además, en esta gala contó la historia de un hombre que se vuelve triste y oscuro, ¿escribió usted esta historia?
-Sí, la historia la escribí yo y habla de un hombre que es feliz pero que a medida que la vida le sonríe y consigue más dinero se va volviendo más infeliz, hasta que consigue acabar con él. El placer de tener cada vez más dinero consigue acabar con su vida.
-¿Por qué quiso contarla?
-La razón es que la gente espera de mí sonidos ska, pero lo que estoy haciendo ahora es otra cosa. Con esta música, yo solo con mi guitarra, es con lo que disfruto ahora. Estoy haciendo otro estilo de música. Lo otro es Madness y esto es lo que hago en solitario.
-¿Cómo ha sido el último concierto con Madness?
-Lo hicimos en un viejo teatro y allí fue donde grabamos el vídeo en directo que incluiremos en la edición especial con libro-dvd. Fue el último concierto que hemos dado y fue genial grabar allí el vídeo.
-¿Cómo es reencontrarse con el público?
-En los últimos años hemos estado con Madness en grandes festivales y han sido increíble. Muchísima gente que cantaba y bailaba nuestras canciones. La energía y el felling fueron lo más bonito. Nuestra intención no era hacerlo por dinero sino por gente nueva, más joven, pudiera ver nuestro espectáculo. El año que viene haremos una gira por Europa y seguro que también vendremos a España, sería increíble poder dar un concierto en Eivissa.
-¿Cómo escribes la letras de tus canciones? ¿Cómo es tu trabajo creativo?
-Trabajo sobre una idea que surge en mi cabeza, ya sea una melodía o una letra. Normalmente viene, surge sin más y sobre ella voy haciendo arreglos con la guitarra o con el piano. Otras veces estoy tocando el piano o la guitarra y nace un sentimiento que despierta letras. Algunas veces está muy clara la letra o la melodía, pero cuando eres profesional tienes que encontrar la melodía perfecta y la letra ideal. Es algo complicado y la simplicidad se convierte en buen compañero.
-¿En los temas en solitario tocas la guitarra o el piano?
-Depende, ambos instrumentos. Algunas veces piano y otras me acompaño de la guitarra.
-¿Recuerda algún concierto en España con especial cariño?
-Claro, pasamos unos momentos increíbles en Bilbao. Hace pocos meses tocamos allí y fue especial. Uno de los miembros dijo: Hola Bilbao y ¡Viva España! y todo el mundo cambió su expresión. Entonces les dije: Kaixo Bilbao y todo el mundo empezó a saltar y a bailar. Los españoles tienen un carácter muy especial y cuando sales a bailar he encontrado clubs fantásticos, por ejemplo, en Barcelona. Aquí es fácil sentirse bien y cómodo.
-¿Se imaginó alguna vez que temas como Our House alcanzarían tanta popularidad?
-No, cuando eres joven no piensas esas cosas. Canciones como esa hablan de cosas universales, sentimientos que son iguales para todos, por eso se hizo tan popular. Cuando la compones no piensas en eso, pero son sentimientos iguales para todos.
-¿Podrías decirnos uno de tus temas favoritos?
-Al final de algunos conciertos tocamos It must be love de Labi Siffre y los sentimientos ente la banda y el público son increíbles. Ves a todo el mundo con una gran sonrisa.
-¿Qué música escucha Carl Smyth en la intimidad?
-Me encanta The Cinematic Orchestra, Tinariwen, Hot Chip, Beirut, Soulwax, Skinnyman, Border Crossing, entre otros.
Natalia Salazar
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