Quién dijo que en las fiestas patronales no cabía la innovación, se equivocaba. En lugar de los tradicionales bunyols, que también los había, los estudiantes del curso CAPI de auxiliar de cocina de Santa Eulària elaboraron una serie de canapés de degustación para el día de Sant Carles que tomaron protagonismo entre los asistentes. Entre otras delicias, más propias de la alta cocina, elaboraron unos bocados de mouse de salmón o por ejemplo Merquez en hojaldre, pero también prepararon cocas al estilo tradicional. Además, los estudiantes del curso de auxiliar de floristería también tuvieron su cometido, ya que fueron los encargados de decorar la carpa y las mesas con centros y adornos florales.
Lo que no faltó a la tradicional fiesta, fue la lluvia, que estuvo amenazando toda la mañana y que provocó la suspensión del espectáculo de doma menorquina previsto ya que el suelo estaba muy mojado y resultaba peligroso.
Como anécdota, en uno de los últimas rondas de ball pagès se unieron unos bailarines de excepción. El alcalde del municipio, Vicent Marí, el concejar de fiestas, Salvador Losa y la concejala de Cultura, Anna Costa se animaron a bailar, algunos con más experiencia que otros. Unas fiestas tradicionales con un toque diferente. Natalia Salazar