Las nuevas normas subsidiarias de Santa Eulària no contemplan la posibilidad de reconvertir hoteles en viviendas y, por el contrario, prevén facilidades para que los establecimientos turísticos puedan ampliar sus instalaciones y mejorar también su oferta complementaria.
Por ello, la proyección de la nueva normativa para el crecimiento urbanístico en las zonas turísticas del municipio sólo prevé la edificación de viviendas unifamiliares y ampliaciones de hotel, pudiendo cambiar el suelo de uso residencial a turístico pero no a la inversa.
«Lo que no se quiere aquí es la posibilidad de convertir edificios turísticos y hoteles en viviendas porque es abandonar un negocio que crea empleo para hacer casas en una zona que no está preparada para que viva la gente. Es decir, en una zona turística no hay ni transporte público, no hay escuelas, ni zonas deportivas, ni servicios», apuntó el alcalde Vicent Marí, sobre una opción que en el nuevo planeamiento queda descartada, aunque ya ha sido sondeada por algunos empresarios hoteleros debido a que la temporada turística no fue como esperaban.
Esta imposibilidad afecta, sobre todo, a las zonas turísticas de Santa Eulària como son es Canar, Cala Llonga y es Figueral, áreas en las que los anteriores planeamientos urbanísticos permitieron combinar uso residencial y turístico, como ocurre en es Canar. «No es bueno que conviva gente que quiere descansar con gente que quiere divertirse porque una zona turística es eso, es una lugar donde la gente viene a pasar sus vacaciones y hay ruidos, hay molestias y hay otro ambiente. Lo que se busca con estas normas es que cada zona tenga su uso concreto», apuntó el alcalde para quien «la transformación de hoteles en viviendas es un gran riesgo para la isla». «El día que los hoteles dejen de ser rentables, dejen la explotación turística y se conviertan en viviendas, habrá un problema muy gordo, por eso aquí no se quiere beneficiar esto, para nada», concluyó.
Las nuevas normas fueron aprobadas de forma inicial por lo que saldrán a exposición pública la próxima semana y se podrán consultar durante un período de dos meses.
A cambio de que no se pueda cambiar de uso turístico a residencial, las normas subsidiarias sí prevén facilidades para que los establecimientos hoteleros puedan conseguir licencias para ampliar su categoría o su edificabilidad. Así lo destacó el alcalde, según quien estas facilidades están enfocadas a que los empresarios que así lo deseen puedan mejorar su oferta.
Por otra parte, el cambio de uso residencial a turístico en los núcleos urbanos tampoco están contempladas en la nueva normativa porque, según Marí, la conselleria de Turisme exige ciertos requisitos que a día de hoy son más factibles de cumplir en las zonas turísticas del municipio que no en las residenciales, exigencias como las que indican que por cada plaza hotelera se deben contar con 60 metros cuadrados.
Por otra parte, Marí señaló que a través de las normas se evita promover el cambio de uso turístico a residencial porque puede favorecer también la proliferación de plazas hoteleras ilegales.