Miguel Jerez fue elegido presidente del Partido Popular de Eivissa por mayoría absoluta durante el noveno congreso insular del partido que se celebró ayer en el Palau de Congressos de Santa Eulària.
El candidato del consenso relevó con un 92'5% de los votos al que hasta ayer y durante una década fue presidente del PP, José Juan Cardona, al recibir 247 votos de los 267 compromisarios que participaron en la elección, en la que también se registraron 19 votos blanco y uno fue declarado nulo.
En su primer discurso como presidente del PP, Jerez aseguró que el principal reto del partido es ahora superarse a sí mismo para que la isla «recupere liderazgo, vanguardia y desarrollo». «Hemos demostrado cuando gobernábamos que lo sabemos hacer bien», destacó Jerez, para quien el PP debe recuperar «el retraso acumulado, provocado por un gobierno que se preocupa más de lo intrascendente que de lo que le importa a los ciudadanos de Eivissa y Formentera», aseguró en referencia al gobierno de PSOE-ExC, y prometió dar una «apasionante batalla política».
Asimismo, Jerez anunció que sus primeras actuaciones como presidente del partido será «iniciar una ronda de contactos con las asociaciones empresariales, principales sectores productivos y agentes sociales para «saber en qué medida la crisis económica está afectando a sus expectativas de negocio». También destacó que propondrá un pacto de estado a todas las fuerzas políticas de Eivissa y Formentera con representación parlamentaria «para reivindicar y reclamar al Govern balear y al gobierno estatal lo que justamente nos corresponde a los ibicencos y formenterenses». Jerez cargó contra Xico Tarrés a quien acusó de carecer de «sentido de estado y de institución» y contra el PSOE porque, según destacó, «ejerce una política conformista y acomodada». «Es algo que nos puede salir muy caro sino reaccionamos a tiempo», agregó el nuevo presidente del PP, para quien las Pitiüses se deslizan «desde hace un año por una pendiente muy peligrosa como es la falta de financiación».
Jerez hizo este discurso ante un auditorio casi lleno en el Palau de Congressos. Entre los presentes se encontraban la presidenta del PP balear, Rosa Estarás, así como el vicesecretario general de comunicación del partido, Esteban González Pons. A los tres alcaldes populares Vicent Marí, José Sala y Antoni Marí Marí, les acompañaron todos sus ediles, y también estuvieron los portavoces y los concejales populares de Sant Josep y de Eivissa, así como todos los ex presidentes del PP de Eivissa y Formentera y el portavoz del PP en el Consell, Pere Palau. Cabe señalar que cumplieron con su compromiso de asistir al congreso representantes de otras fuerzas políticas, como la consellera Patricia Abascal, por el PSOE, el conseller Miquel Ramón, por Esquerra Unida; y el concejal Josep Antoni Prats, por ExC.
Escándalos y autocrítica
Antes de ser proclamado presidente, el todavía candidato hizo un primer discurso de presentación en el que pidió, sobre todo, «unidad» y prometió llevar a cabo una «renovación con responsabilidad». Un poco de autocrítica también se pudo escuchar en esta primera intervención en la que Jerez reconoció «que el PP no pasa por los mejores momentos» al no gobernar en el Govern, en el Consell, ni en los Ayuntamientos de Sant Josep y Vila. «El PP ha pasado de ser un partido que gobernaba con amplia mayoría, a ganar con márgenes estrechos e incluso a perder instituciones que pudiera haber conservado con un poco más de esfuerzo», destacó Jerez, que pidió que el PP sea un «partido constantemente abierto a la gente».
Por otra parte, el ya presidente popular también reconoció que el partido «atraviesa momentos complicados por los escándalos que lo han perjudicado seriamente», en referencia al caso 'Scala', en el que José Juan Cardona aún está imputado. «Son situaciones desagradables y despreciables; situaciones con las que debemos convivir hasta que la justicia ponga a cada uno en el lugar que le corresponde», destacó Jerez, quien señaló que mientras sea presidente del PP, con aquellos que quieran manchar la reputación del partido tendrá «tolerancia cero».