Manuel Mateu Babot (1935). Natural de Barcelona, vino por trabajo a Eivissa y le encantó. «Me quedé, al poco tiempo me eché novia y me casé», recuerda. Llegó a ser alcalde de Sant Antoni llegando a romper la disciplina de partido y ahora no quiere saber nada de política. Se sorprende cuando se entera de que aparece en la Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera. «¿Salgo en la Enciclopèdia?», pregunta.
-¿Cómo un mecánico de barcos acabó siendo alcalde de Sant Antoni?
-(Risas) ¿Y como un señor que nace así por las buenas es Rey de España?.
-Pero habrá alguna razón.
-Entré en política porque me metió el alcalde, Joan Vingut, y luego me hicieron alcalde a mí cuando dimitió. De aquella etapa me quedo con los buenos recuerdos, pero no volvería a meterme en política.
-Pasó por el PSOE, el PP y ahora no me diga que es de Eivissa pel Canvi.
-No estoy por nadie.
-Pero estuvo en el PSOE y el PP.
- Sí, pero no entré por política. Era donante de sangre y me convencieron para entrar con el PSOE porque el presidente de la asociación era del partido, Enrique Mayans. Y entonces me echaron.
-Ha trabajado en la rotativa de dos periódicos ¿Quién le merece más credibilidad los políticos o los periodistas?
-Los reporteros, aunque también hay de todo. Le doy un 50 por ciento a cada uno.
-Por lo que usted dice, no le veo muy monárquico.
-Nada, en absoluto.
-¿Y una república?
-Una república está bien, mantienes al presidente pero aquí mantienes a toda una familia.
-¿Ha cambiado mucho la isla de Eivissa desde que llegó usted? ¿Cómo la ve?
-Sí, Sant Antoni, Eivissa y todo. En Eivissa tenemos de todo: el que quiere una playas de follón se va a ses Salines. Yo, por ejemplo, cuando voy a la playa me voy a Cala Vadella, estás tranquilo y bien. Tenemos las dos cosas pero hay que buscarlas.
-¿De dónde le viene su afición de meter los barcos en botellas?
-Estando en Barcelona vi una exposición y había tres barcos en la botella. Y me dije, «caray, eso lo tengo que probar», lo hice y me salió. He ido mejorándolo, haciéndolos sobre los planos, y ahora me sale bien.
-¿Le molesta que le llamen jubilado?
-Para nada. Hoy en día es una categoría. Tienes una paga, no te la quitan, de momento, y no vas al paro. Eso es una tranquilidad. Ya me pueden llamar jubilado o lo que quieran.
-¿Qué le queda por hacer?
-Ir en globo y otra cosa que no la digo. En globo tuve la ocasión de ir porque un día que fui a Catalunya Radio no se presentó el concursante y me hicieron hacer de concursante. Lo acerté todo y me tocó un viaje en globo.
-¿Qué pasó?
-Tenía que estar a la siete de la mañana en Vic y dije que no.