El alcalde de Sant Antoni, José Sala, explicó ayer que en el nuevo planeamiento urbanístico han marcado la ampliación del puerto por detrás del dique actual para albergar 300 amarres deportivos y un atraque para cruceros.
En el planeamiento vigente hasta ahora se contemplaba un puerto deportivo en ses Variades que ya se ha descartado y que no aparece en el avance aprobado esta semana. «Lo único que decimos es que allí no lo queremos, lo queremos en el puerto actual, a continuación del de ahora, para no estropear una zona virgen», señaló Sala, que indicó que los amarres deportivos para embarcaciones recreativas son «imprescindibles» para evitar el «destrozo» que se está produciendo en la bahía. Según el alcalde, el fondeo descontrolado, unido a que Ports instala pantalanes flotantes cada vez más cerca de la playa, está dejando la bahía muy estropeada desde el punto de vista medioambiental porque existe muy poco calado. «Una forma de evitarlo es sacar los amarres e incluso el barco de mercancías por detrás del dique y entonces podría haber sitio para todos», añadió el primer edil, que indicó que no tiene por qué ser un puerto deportivo que se otorgue en concesión privada a una empresa, sino que puede ser de gestión directa de Ports de Balears, dependiente del Govern. «Si quieren conseguir dinero con los amarres que los pongan allí», dijo Sala en referencia a Ports, con los que mantiene un conflicto también por la titularidad del Passeig de ses Fonts.
Más calado
Detrás del dique hay mucho más calado, con lo que se podría hacer una obra de estas características. Pese a que no hay una estimación concreta de amarres, pueden estar en torno a los 300. «Es una cosa reducida, pero así evitaríamos los amarres en la parte poco honda de la bahía, que es donde causa daño», explicó el primer edil, que matizó que esto es sólo una previsión. «Nosotros señalamos que si se hace algo tiene que ser allí; si lo conseguimos algún día y la sociedad y los organismos implicados lo creen conveniente, adelante y si no es así no permitiremos que se haga en otro lado», concluyó.
Los pantalanes flotantes y el fondeo incontrolado está provocando que la bahía de Sant Antoni esté «hecha un desastre», en palabras del alcalde. Por eso han solicitado un estudio sobre las consecuencias que tiene esta actividad sobre el medio ambiente de la bahía. Esto, según el primer edil, se arreglaría con la ampliación del puerto actual.