A falta de conocer el impacto de la crisis económica en la evolución de la población pitiusa, especialmente la extranjera, los últimos datos oficiales apuntan a que a 1 de enero del año pasado uno de cada cuatro residentes en las Pitiüses era ciudadano de otro país. La revisión del padrón publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística apunta que la población foránea que vive en Eivissa y Formentera alcanzaba los 33.890 individuos, el 25'25% de las 134.200 personas censadas.
La comunidad de residentes no españoles aumentó en 5.625 personas entre el primer día de 2007 y el inicio de 2008, más del doble que el incremento en 2.435 personas registrado por la población española, que alcanzó los 100.310 individuos.
El aumento del 19'9% de la población extranjera en sólo un año obedece en buena medida a la explosión experimentada en la cifra de ciudadanos rumanos empadronados en las Pitiüses. En 2007 había registrados en los ayuntamientos de las Islas 2.419 naturales de aquel país del Este de Europa, mientras que el 1 de enero de 2008, el INE tenía contabilizados 3.582 personas de dicha nacionalidad.
Este aumento espectacular, posiblemente relacionado con el acceso a la Unión Europea de Rumanía y la consecuente regularización de la estancia de todos sus ciudadanos residentes en España, ha convertido a esta colonia como la segunda más numerosa en las Islas, después de que en 2007 estuviera en quinto lugar.
Alemania se mantiene como el país del que más ciudadanos han decidido fijar su residencia en las Pitiüses. En total, hay empadronados 4.387 germanos, casi 400 más que un año antes. Sorprende que más de un tercio de todos los alemanes que habitan en Eivissa y Formentera están domiciliados en Santa Eulària.
Italia se sitúa en tercera posición por comunidad más numerosa, con 3.449 individuos, alrededor de 700 más que el 1 de enero de 2007, un incremento que les ha permitido rebasar a Marruecos, país que suma 3.370 de sus ciudadanos viviendo aquí.
Tramos de edad
La explotación estadística del padrón también permite conocer la evolución de la población por tramos de edad. Aquí resalta el hecho de que hay casi 20.300 niños o jóvenes menores de 16 años, 1.300 más que un año antes, lo que lo convierte en el grupo que sufre el incremento proporcional más elevado (un 6'85%) de los que reconoce el INE.
En términos absolutos (y como resulta lógico teniendo en cuenta que abarca desde los 16 a los 64 años), el tramo que aglutina a jóvenes y personas de mediana edad es el que experimenta un mayor incremento, con 6.000 individuos más y una población que supera los 99.350 individuos.
Los dos datos precedentes, unidos a un menor incremento en la población senior (los mayores de 65 años crecieron en 660 personas hasta los 14.562 individuos), apuntan a cierto rejuvenecimiento de la población de las Pitiüses.
La importancia de la inmigración en la evolución demográfica de las Pitiüses se pone de relieve si atendemos al hecho de que sólo 55.793 de los residentes en las Islas han nacido en la Comunitat, lo que representa que sólo cuatro de cada 10 empadronados son baleares 'de pura cepa'.
Los datos del INE también permiten determinar que la mayoría de los naturales de Balears han nacido en el mismo municipio en el que tienen fijada su residencia. En total, poco más de 31.000 residentes moran en la población en que vinieron al mundo.
En esta situación se encuentran 2.470 formenterenses, 15.728 habitantes de Vila, 4.023 vecinos de Sant Antoni, 2.739 en el caso de Sant Josep, 1.164 en el municipio de Sant Joan y 4.515 si atendemos a los datos oficiales respecto a Santa Eulària.