Los técnicos de la Conselleria de Medi Ambient detectaron durante el año 2008 casi una treintena de vertidos ilegales en las Pitiüses. Los residuos acumulados son de todo tipo: restos de obras, fangos de depuradora, vehículos, chatarra y residuos tóxicos y peligrosos. La mayoría de los expedientes todavía no se han finalizado y otros se han enviado a los ayuntamientos afectados para que tomen medidas al respecto.
Llama la atención el hecho de que varios de los vertederos ilegales se encuentren en una zona tan sensible como el parque natural de ses Salines. Uno de ellos se comenzó a investigar en junio y consiste en el vertido de basuras y residuos contaminantes en pleno parque, a través de una denuncia del Consell d'Eivissa. Este expediente ha sido transferido ahora al Ayuntamiento de Sant Josep y la dirección general de Biodiversitat. Otro de los expedientes se refieren a un vertido de tierra, piedras, restos de obra y basura en el parque natural y un tercero investiga el amontonamiento de residuos peligrosos en el espacio protegido.
Restos de construcción
De los 26 núcleos de suciedad ilegales detectados, nueve consisten en restos de construcción. Es el caso de la acumulación de áridos y cascotes detectada en ses Planes de Jesús, los vertidos denunciados en la finca de Can Ferreret en Sant Antoni y las ruinas y el hormigón en una finca de la carretera de Eivissa a Sant Antoni. Los técnicos del Consell también denunciaron ante Medi Ambient la acumulación de cascotes, basuras y el abandono de un camión en la zona de Forada.
Otros de los casos investigados son el vertido de residuos sólidos al torrente de Cas Saler de Santa Eulària, la acumulación de basuras en la finca de Can Jai de Jesús o el vertido de fangos de depuradora o de drenaje en Can Cardonet (Sant Antoni) y en Can Lluc (Sant Agustí).
También es habitual el abandono de vehículos de todo tipo en el campo pitiuso. Es el caso de la acumulación de gran cantidad de camiones en estado de abandono detectado por el Consell d'Eivissa en Sant Antoni y que pertenecen a una empresa de la zona. Asimismo, se ha abierto un expediente a un taller por abandonar vehículos y chatarra en la carretera de Sant Josep.
Asimismo, la Conselleria de Medi Ambient está investigando un vertido de residuos vegetales y sacos de papel en Sant Josep, una quema de residuos en suelo agrícola en Santa Gertrudis, la acumulación de residuos en las canteras de Cala Tarida, Can Gallego y Santa Bárbara y el amontonamiento de residuos tóxicos y peligrosos en suelo permeable en la Savina, en Formentera.
Otra empresa de construcción ha sido expedientada por verter residuos incontroladament en Coll des Jondal (Sant Josep) y una vecina también denunció la acumulación de residuos urbanos en el solar de la calle Joan Xicu de Vila.
También ha llegado hasta la Conselleria de Medi Ambient la denuncia de los vecinos de Cala Comte, que pusieron en conocimiento de Medi Ambient que había habido un vertido de tierra y residuos asfálticos en la zona de ses Roqeus Males, donde se está construyendo una urbanización.
El Consell d'Eivissa ha contratado unas brigadas para combatir el paro que, entre otras cosas, se dedican a la detección de vertidos ilegales. Desde la máxima institución insular explicaron hace unos días que esta cuestión da «muchísimo trabajo» por la gran cantidad de vertidos que se detectan. Los operarios pueden encontrar desde coches o electrodomésticos abandonados hasta perros muertos. Lo más habitual es que los trabajadores hagan batidas por la isla para encontrar estos puntos de acumulación ilegal.
Para evitar estos vertederos ilegales que proliferan por toda la isla, el Consell y los ayuntamientos lograron un compromiso hace unos meses para poner freno al abandono de desechos de obra que proliferan en muchos parajes naturales de la isla. La fórmula que emplearán es redactar una ordenanza común a través de la cual impondrán el pago de una fianza a los promotores de obras o constructores que pidan una licencia. Una vez se compruebe que han tirado correctamente los residuos se les devolverá el dinero.