El conseller de Política Territorial, Miquel Ramon, valoró ayer positivamente la nueva ley del suelo de Balears y destacó que esta nueva normativa será «buena» para Eivissa, ya que los efectos de la balearización «han sido mayores que en el resto de las islas». El conseller hizo estas declaraciones pocos minutos antes de reunirse ayer con el conseller balear de Mobilitat i Ordenació del Territori, Gabriel Vicens, quien les presentó oficialmente el borrador de la nueva ley del suelo.
Ramon precisó que el anteproyecto de la ley del suelo que presenta el Govern «es una revisión del borrador efectuado cuando se firmó el pacto de gobernabilidad» y que «se ha realizado con la participación de diversos técnicos de la Conselleria y de los cuatro consells insulares».
Polémica
Señaló que se ha dado cuenta que «ha habido algunas aportaciones nuevas incluidas por la Conselleria» y que otras que «proponía el Consell d'Eivissa no se han tenido en cuenta» y que, por ello, intentará «que todavía se puedan incorporar».
Algunas son cuestiones muy técnicas, aunque hay alguna que puede resultar polémica y que está relacionada con el suelo rústico. «Nosotros planteamos que allí donde la ley incluye la posibilidad de construir en suelo rústico se introduzca la limitación de que sólo sea para primera vivienda, de tal manera que no se pueda especular».
Ramon añadió que la costa de Eivissa «está excesivamente edificada y la urbanización del suelo rústico es muy difusa y extensa», por lo que tiene «todos los problemas de Mallorca pero porcentualmente agravados».
El conseller insular de Política Territorial, Miquel Ramon, explicó que aunque el Consell no tiene «una postura cerrada sobre la posibilidad de construir un campo de golf», sí que tiene criterio «muy restrictivo», ya que en la isla «no caben ni cinco ni tres campos de golf».
En este sentido, el conseller manifestó que aunque «un campo de golf puede ser una oferta deportiva y turística interesante, la isla tiene un territorio limitado. «El actual campo que tiene la isla no está aportando turismo de alto poder adquisitivo», dijo Ramon en referencia al de Roca Llisa, que indicó que tampoco es rentable como campo de golf, ya que lo único que ha dado dinero ha sido la urbanización de su entorno. Por lo tanto, «no es cierto que el hecho de hacer uno o dos campos más de golf aporte un cambio sustancial en el turismo», añadió Ramon.