La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), organismo público encargado de regular de forma independiente los mercados de comunicaciones electrónicas y de servicios audiovisuales, ha realizado una propuesta para obligar a Telefónica a que rebaje los precios que ofrece al resto de operadores por el uso de su cable submarino entre Eivissa y Formentera, un monopolio de la infraestructura de telecomunicaciones que impide la competencia.
«Para facilitar que en estos territorios se pueda disfrutar de la misma variedad de ofertas de servicios de telecomunicaciones (en especial de banda ancha) que en la Península, se propone obligar a Telefónica a alquilar los sistemas de cable submarino en estas rutas a unos precios razonables», explica la CMT para justificar su decisión.
Cuello de botella
La Comisión considera que los operadores alternativos a la heredera del monopolio de la antigua Compañía Telefónica Nacional de España tienen como única alternativa para acceder a zonas como Formentera el uso de los cables submarinos, «dependencia que convierte al cable submarino en un 'cuello de botella' que puede afectar negativamente a la competencia».
En el mismo documento, la CMT propone un proceso contrario para otras líneas, como la que une Mallorca con Eivissa. En esta conexión se propone eliminar las condiciones de obligación de apertura que se imponen a Telefónica ya que existe desde 2006 una alternativa, IslaLink, que, de hecho, en 2007 tenía mayor cuota en los servicios de banda ancha que su competidora.
Fuentes de este organismo explicaron que la propuesta permanecerá un mes en exposición pública, tras lo cual se redactará un segundo informe recogiendo las observaciones que se formulen y será remitido a la Comisión Europea, que tendrá otro mes para decidir sobre su viabilidad, por lo que «si todo va bien, en unos tres meses podría estar aprobada esta iniciativa».