«Las conclusiones de los análisis y estudios ponen de manifiesto que hay un alto grado de descontaminación del pecio. No hay indicaciones que digan que hay un riesgo de contaminación que justifique la remoción del pecio, por lo que dejarlo en su situación actual se perfila como la estrategia más adecuada». Con estas palabras daba a conocer la conclusión de los informes técnicos el secretario general del Mar del Ministerio de Medio Marino, Juan Carlos Martín Fragueiro.
El alto cargo ministerial aseguró que hubo un «gran consenso en que esto es lo que hay que hacer», en referencia a lo expuesto por las diferentes administraciones implicadas en la Comisión de Seguimiento del hundimiento del buque 'Don Pedro'. Fragueiro explicó que la decisión de dejar el carguero donde se encuentra irá acompañada de la recomendación «de que se realice un plan de seguimiento con inspecciones periódicas del pecio», a través de la Capitanía de Eivissa. Al mismo tiempo, señaló, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) mantendrá una campaña de seguimiento científico hasta 2011 realizando análisis de los recursos pesqueros, la calidad del agua y los riesgos de contaminación.
Igualmente, el mantenimiento del buque hundido irá acompañado de un Plan de Gestión de Usos con el que se limitará el buceo deportivo y la pesca submarina, además de contemplar la balización de la zona con vistas a la navegación marítima.
Análisis de los riesgos
El director general de Marina Mercante, Felipe Martínez, fue el encargado de introducir los datos del estudio encargado por su departamento a la empresa Det Norske Veritas. Según este estudio, «se considera lo mejor dejar estar el pecio, pero con un plan de seguimiento y gestión».
Este informe destaca que «los riesgos actuales son bajos porque no hay peligro para la navegación, no hay riego de fugas y porque no quedan en el interior del barco grandes cantidades de hidrocarburos», explicó Martínez, quien añadió que «también se estima que no hay problemas de contaminación por sólidos, de forma que el riesgo es bajo en tanto que reflotarlo, arrastrarlo (algo impensable a 50 metros de las praderas de posidonia del Parque Natural de ses Salines) o cortar el buque sería introducir variables que podrían quedar fuera de control». Entre los elementos contraproducentes, el responsable de Marina Mercante resaltó el que «las operaciones de elevarlo llevarían toda una temporada de verano» y el riesgo que supondría elevar el buque por la columna de sedimentos que se generaría.
Enric Tortosa, director del IEO (que también ha realizado informes previos) destacó que «desde el Instituto también coincidimos en que la extracción provocaría un daño medio ambiental a corto y largo plazo». «Sacarlo levantaría nubes de sedimentos marinos que podrían permanecer en suspensión durante meses y años y que después se posarían sobre la posidonia, degradándola», aseguró.
La evaluación técnica sobre las alternativas para el pecio del 'Don Pedro' llega 19 meses después de que el carguero de Iscomar naufragara (el 11 de julio de 2007 de madrugada) a poco menos de dos kilómetros de la bocana del puerto de Vila, tras chocar con los bajos del islote es Dau Gros.
El presidente del IEO, Enric Tortosa, aseguró que su departamento está realizando un «estudio exhaustivo, incluso se podría decir que exagerado» de los riesgos de contaminación que se pueden generar si el barco se deja en el fondo marino.
Se analizarán la presencia de hasta nueve metales pesados (Tortosa dijo que lo habitual es la mitad) y se valorarán todos los posibles riesgos, «desde la posible contingencia de un movimiento de los fondos marinos a la posible afección a las microcorrientes y su influencia en la pesca, o el estado de la posidonia», relató el responsable del Instituto.
Igualmente, se analizará la posible presencia de elementos perniciosos «en el agua, en las playas, en los sedimentos marinos y en las especies que se pescan».