Se avisó de que a finales de febrero el cometa Lulin llegaría a una magnitud que podría verse fácilmente. Se equivocaron porque alcanzó una magnitud seis, imperceptible para el ojo humano. Por eso cogí unos prismáticos y un telescopio», cuenta Antonio Moreno, un aficionado a la fotoastronomía que el viernes por la noche se dirigió a la cala d'Hort para ver el paso del cometa Lulin: «Llegué allí casi por la noche. El comete Lulin empezó a poder verse a partir de las 20,00 horas; sólo tenía que esperar a que llegara a la parte más alta del cielo, que es donde hay menos contaminación lumínica. Este fin de semana, Lulin estaba en la constelación de Leo y ahora se dirige a la de Cáncer», explica Moreno, para quien la zona de cala d'Hort es una de las mejores localizaciones de la isla para poder observar y estudiar fenómenos astronómicos con total claridad: «Antes de llegar a la playa hay una explanada que se encuentra rodeada por las montañas. Al estar esa zona 'protegida' por las montaña se crea una especie de valle de estrellas donde se puede observar el cielo muy nítidamente, sobre todo el hemisferio norte, oeste y sureste. En ese lugar las constelaciones brillan muchísimo. En general, el cielo en Eivissa está bastante limpio». María José Real
El paseo ibicenco del cometa Lulin