El Ayuntamiento de Eivissa aseguró ayer que «la decisión que se tomó hace unos años sobre la pavimentación de Dalt Vila es absolutamente correcta y cumple escrupulosamente con la normativa de protección del núcleo histórico» y explicó que «la tramitación de las obras también ha sido la correspondiente a trabajos a desarrollar en el núcleo histórico, regulados en el Plan Interior de Protección y Reforma Interior (PEPRI). El consistorio ha llegado a estas conclusiones tras reunir «toda la información relativa a los proyectos de mejora de calles de Dalt Vila y manteniendo reuniones y conversaciones con todos los técnicos (internos y externos) que tienen alguna cosa que decir sobre la materia».
Esta es la respuesta del Consistorio a las críticas realizadas por el grupo ecologista GEN que aseguraban que el Ayuntamiento estaba «eliminando el tradicional empedrado de las calles de la ciudad vieja con caliza clara y lo estaba sustituyendo por pavimentos foráneos de color oscuro y corte industrial». Motivo, además, por el que los ecologistas habían exigido a la alcaldesa, Lurdes Costa, que se detuviera la destrucción del casco histórico y se resupieran los empedrados tradicionales , eliminando el pavimento «moderno» allí donde hubiera sido colocado.
El Consistorio aseguró que el PEPRI de Dalt Vila «establece que las vías de circulación rodada se pavimentarán con adoquines de piedra o industriales y las zonas urbanas de interés con losas de piedra natural o artificial» y que en último caso recomienda la utilización de la piedra de Sant Vicent, que recuerda el Ayuntamiento, «en un momento dado se decidió no usarla porque su producción se hace en pequeñas cantidades, lo que hubiera retardado mucho las obras de calles enteras y además la piedra, al desgastarse resulta muy resbaladiza, con el peligro y la incomodidad que eso supone para los viandantes y también porque provoca muchas dificultades a la hora de poder achicarla y hacer obras de mantenimientos en las calles, cosa que se tiene que hacer muy a menudo en el barrio de Dalt Vila».