TORRES BLASCO/JUAN MESTRE
Los partidos políticos que gobiernan en Balears dejaron ayer en manos de sus principales dirigentes la fórmula para desbloquear la situación creada tras la presentación, por parte de UM, de una enmienda (que aún se mantiene) en torno al campo de golf de Son Baco. Fue una de las conclusiones de la reunión que, ayer, en la sede del PSIB, celebró la comisión de seguimiento del pacto. Es decir: al final, decidirán Antich, Nadal y Barceló.
La reunión de ayer se celebró en un clima de distensión, según la información facilitada a este diario. Hay un interés generalizado en «rebajar» la tensión. Hubo coincidencia entre todas las personas que ayer conversaron con este diario a la hora de definir el espíritu del encuentro. Explicaron que se constató la existencia de «problemas de comunicación» pero que se acordó «ir solucionándolos en un clima de mutua lealtad».
Eso sí, hubo un comentario que incomodó a la delegación de UM. Uno de los asistentes, concretamente Antoni Alorda (Bloc) dijo que le parecía muy bien que se intentara rebajar la tensión y que se mejorara la comunicación pero que, en relación a Son Baco, «estamos negociando con una pistola sobre la mesa».
Los dirigentes de UM reiteraron que ellos entienden que han sido leales con sus socios pese a presentar una enmienda para permitir la construcción del campo de golf de Son Baco.
En relación a Son Baco, todos los partidos coincidieron en que deben ser Antich, Nadal y Barceló los que marquen el camino para solucionar el conflicto.
De momento, UM mantiene su enmienda a la espera de recibir compensaciones para el municipio de Campos. UM propone que se desarrollen las Areas de Reconversión Territorial (ART) que hay en Campos a cambio de renunciar a Son Baco, una medida que podría apoyar el PSOE pero que no acaba de convencer a todos los partidos del Bloc.
A la reunión de ayer seguirán otras y, además, son previsibles contactos bilaterales. El final del proceso será una reunión, como la del martes, entre el president Antich, el conseller Nadal y el portavoz del Bloc, Biel Barceló. Ninguno de los tres acudió al encuentro de ayer ya que no forman parte de la comisión de seguimiento del pacto.
Desde el PSIB se insistió en que el acuerdo es posible y que todo apuntaba a que no sería necesario votar la polémica enmienda de UM pues será retirada y se concretarán más alternativas. Lo decidirán Antich, Nadal y Barceló.