El GEN denunció ayer que el Ayuntamiento de Eivissa tuvo que «certificar» ante la Unesco «que las plataformas de Botafoc eran un proyecto descartado» para conseguir la declaración de Dalt Vila, Patrimonio de la Humanidad, y ha acusado a los responsables municipales, insulares y autonómicos de «ser conscientes» de que las obras del futuro puerto de Eivissa «ponen en peligro esta declaración».
El grupo ecologista explicó mediante un comunicado que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), órgano consultor de Unesco para la biodiversidad, «propuso en 1999 que se suspendiera la candidatura ibicenca para la declaración de Patrimonio de la Humanidad por considerar que el dique de Botafoc ponía en peligro la integridad de los bienes propuestos». Por ello, según el GEN, «el Ayuntamiento remitió un informe a la Unesco en el que cuál señala que 'la necesidad de reformar el puerto viene determinada por la urgencia de mejorar la seguridad interior reduciendo los niveles de agitación de las aguas en el ámbito interno de la bahía y, en ningún caso, por razones de expansión comercial que no se producirán», cita el GEN sobre este informe que además detalla que «aunque inicialmente se elaboró un Plan Especial relativamente ambicioso de reestructuración global del puerto, el proyecto actual se ha reducido drásticamente al dique de abrigo».
En este sentido, los ecologistas recuerdan que el Plan Especial del que se hablaba en aquel momento «y que estuvo a punto de hacer peligrar la candidatura», hablaba de una plataforma de 3,4 hectáreas al abrigo el dique de Botafoc y «no de la superficie prevista actualmente que supera en más de un 100% la programada en aquel Plan Especial».
Por esta razón, el grupo ecologista asegura que el presidente del Consell, Xico Tarrés y la alcaldesa Lurdes Costa «deberán dar explicaciones del cúmulo de engaños a la opinión pública y a la Unesco» ya que, según indica el informe colgado también en la página web del GEN, «la bahía y por tanto, la totalidad del puerto se encuentran en área de influencia de la declaración de Patrimonio de la Humanidad».
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Joan Rubio, explicó que el proyecto actual no existía cuando se redactó este informe en el que, según Rubio, el Consistorio pedía que se hiciera un estudio medioambiental del que carecían las plataformas. Asimismo, Rubio quiso recordar que este proyecto no es competencia del Ayuntamiento sino de Autoritat Portuària, que actualmente, «mantiene contactos con la Unesco».
El GOB de Formentera hizo ayer público su rechazo a la intención de la Autoritat Portuària y del Ministerio de Fomento en relación a la ampliación del puerto de Eivissa por los efectos que causará en su entorno como es la Reserva Marina de ses Salines de Eivissa y Formentera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Según los ecologistas, el proyecto no proviene de un interés general, sino que «está originada por un conjunto de intereses políticos y empresariales». «La posidonia juega un papel fundamental en la filtración de las corrientes marinas que permiten la claridad, transparencia, limpieza y tonos únicos de nuestras aguas, y a la vez actúa como muralla protectora de la arena en las playas».