iento veinte niños y niñas disfrutaron ayer de una mañana de actividades a cargo de la escuela de verano Arrels, celebrada en el Instituto Blancadona con motivo del fin del mes de julio.
Con los niños en el papel de protagonistas y los padres como espectadores de excepción, la mañana de espectáculos comenzó poco antes de las 12h con una merienda al aire libre. Momentos después, niños, padres y monitores se concentraron en el gimnasio del instituto para dar comienzo al tan esperado festival.
La sirenita fue la primera obra de teatro celebrada. Media docena de niñas hacían su aparición vestidas de blanco entre los aplausos de los sonrientes padres, que no perdían detalle con sus cámaras de vídeo.
Seguidamente, el turno de las canciones. Com fer una truita fue uno de los temas más divertidos de la mañana. Como decía una madre al ver a su hijo cantar, «los niños se han esmerado mucho. El mío hace días que no canta otra cosa. Además, la coreografía es muy divertida».
Y entre tanta escenografía, un baile conocido por todos, el de la canción Thriller, que los pequeños interpretaron haciendo su homenaje particular al fallecido cantante Michael Jackson.
La segunda y última representación de teatro de la mañana fue Somni d'una nit d'estiu de Sant Joan, que contó con disfraces elaborados por los mismos niños durante sus días de verano en la escuela.
Finalmente, Marina, la coordinadora de la escuela Arrels, salió al frente para anunciar una sorpresa a los asistentes al evento. Miquel Botja, uno de los Ressonadors, aparecía para interpretar un tema junto a los alumnos de la escuela. El artista, con su guitarra en mano, propuso a los niños la canción Anarem a Sant Miquel, ante la cual todos los pequeños se reunieron a su alrededor para interpretarla. Sin duda, se trató del momento apoteósico. Saltos, bailes y gritos para despedir este mes de julio en la escuela Arrels. Eso sí, en agosto vuelven a la carga.
Marina Bonet