Patrik Dechent y Ariel Giordano, son los dos rostros que se esconden tras la fiesta Monza. Con una imagen inspirada en el mundo de las carreras más retro, es la única fiesta de Eivissa en cuyo line up o cartel no hay un dj que destaque por encima de otro. «Es una fiesta muy democrática donde no hay estrellas», como dicen sus propios promotores. Será mañana en Privilege, cuando ellos, junto a todo su equipo celebren los cinco años de vida esta fiesta en Eivissa.
-¿Cómo definiríais Monza y qué la diferencia de otras fiestas?
-Ariel Giordano: Monza es música. Nuestro concepto de fiesta está basado en la cultura musical. ¿Cómo se logra? Pues por medio de productores y djs. Principalmente nuestra base viene de Alemania, el sonido que traemos viene de Berlín, que es la metrópoli de la música electrónica. Allí no te encuentra shows ni tonterías sino que allí se consigue captar la atención del público por la propia música.
-Patrik Dechent: En este sentido, nosotros en 2006 empezamos a incluir live set de productores en nuestra fiesta y desde entonces continuamos con ello. También hay que fijarse en los que están detrás haciendo música. Es otra faceta de la música que nos interesa mucho. Buscamos este camino también para intentar enseñar más cosas y no sólo djs. Monza es algo muy democrático, no hay un dj que sobresale como en otras fiestas. Monza busca la calidad musical.
-También tenéis rostros conocidos como Ricardo Villalobos o Luciano, ¿son un gancho?
-A. G.: Bueno, están en el cierre. El gancho sería si los tuviéramos en agosto. Si el público ve el line up de todo el verano y ve algún nombre como Villalobos, indudablemente le da un plus a la fiesta. Dentro de la escena musical que nosotros hacemos es una de las referencias, ya que Ricardo Villalobos está con nosotros desde 2005.
-P. D.: Tenemos más de 60 artistas durante toda la temporada. Invitamos a artistas muy variados con lo que conseguimos tener una buena mezcla. Buscamos gente comprometida con lo que hace, no queremos estrellas.
-¿Cómo veis la escena musical ibicenca?
-A. G.: Muy comercial. Se ha comercializado demasiado. Antes era todo más natural, ahora es muy comercial. Ya no es la música la protagonista. Por eso no es fácil hacer una fiesta como Monza ahora mismo en Eivissa.
-¿Cómo sería la fiesta Monza ideal?
-A. G.: La fiesta ideal sería en una playa bastante apartada, así como es Cavallet, desde las seis de la tarde a las seis de la mañana del día siguiente.
-P. D.: Sería con la libertad que había hace 15 años y al aire libre y en el campo, pero con la música de ahora.
-A. G.: Siendo más realistas, la fiesta ideal es con todos los amigos que han venido desde siempre. La verdad es que lo hemos pasado muy bien porque cada tanto tiempo, siempre tenemos una de esas fiesta en la que viene toda nuestra gente porque coincide con un dj o porque justo cuadra. Esa sería la fiesta ideal y la más divertida.
-¿Qué representan estos cinco años?
-A. G.: No lo he pensado. Pero lo que me viene a la cabeza son todos los buenos momentos que hemos pasado. También es ver cómo ha crecido el niño.
-P. D.: También nosotros somos más adultos. Al principio trabajábamos con el corazón y con la intuición. Ahora es todo más grande y somos más profesionales.